Nueve meses son los que acumula la industria minera local con consecutivas caídas en la producción interanual de cobre (desde junio de 2020 hasta febrero de este año), un factor no menor y que está poniendo una presión importante al precio del metal, que por estos días vive una nueva racha positiva y está cerca de superar su mayor valor en casi una década.
Junto con los efectos financieros ligados a la depreciación del dólar, los expertos indican que cada vez toma mayor peso la preocupación respecto de la oferta del mineral, primero ligado a los anuncios realizados en China que hacen más complejo producir en ese país, pero a lo que se han ido sumando los anuncios de las principales mineras que operan en Chile.
Primero fue la angloaustraliana BHP, operadora de la faena más grande del mundo, Minera Escondida, que reveló esta semana que en el período que comprendió entre julio de 2020 y marzo de este ejercicio, la producción de dicho yacimiento retrocedió en un 8%, completando 821 mil toneladas de cobre.
En esa línea, ayer fue el turno de la minera local Antofagasta Minerals (AMSA), brazo minero del grupo Luksic, compañía que en el primer trimestre del año llevó una producción de 183 mil toneladas, la que si bien está en línea con las proyecciones de la firma, es un 5,7% menos que en el mismo trimestre en 2020 y 5% menos que en el cuarto trimestre de 2020.
En ese escenario, el presidente ejecutivo del grupo AMSA, Iván Arriagada, sostuvo que “el mercado del cobre continúa teniendo un desempeño sólido y esperamos que esto continúe, ya que la oferta estructural y la dinámica de la demanda respaldan un mercado físico restringido. Mientras tanto, mantenemos nuestro enfoque en el control de costos y la disciplinada de capital”.
Con todo, la compañía sigue sintiendo los efectos de la pandemia, por lo que anunció que para evitar la propagación del virus, la mantención mayor planificada para el segundo trimestre en Minera Los Pelambres, que requiere de un gran número de trabajadores adicionales, está siendo revisada para poder reprogramar las actividades no críticas para más adelante.
Respecto del impacto de esta situación en la cotización del cobre, el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, apunta a que en el mercado es muy profundo, por lo que el precio se determina por la interacción de muchos actores que compran y venden, y por eso hay varios elementos que influyen en la cotización. “En este momento, los factores que predominaron con mayor fuerza son, en primer lugar, las condiciones macroeconómicas y financieras, reflejadas especialmente en el dólar.
Pero luego, en un período como este, se hacen más relevantes noticias de restricciones en la oferta, como las mayores restricciones a funciones en China y los resultados informados por las compañías mineras respecto a una mayor evidencia de una menor producción de cobre. Dada la mayor atención sobre los mercados de materias primas, la situación de la oferta tiene mayor impacto en estos mercados”, sostuvo.
En ese escenario, juega un rol importante la pérdida de competitividad que está viendo la industria local en la última década y que mantiene estancada la producción, entre otras cosas, por la caída de las leyes de mineral, que se ve reflejado en que cada vez se necesita mayor movimiento de tierras para mantener la producción. Prueba de esto es que Escondida alcanzó un rendimiento récord de sus concentradoras en los últimos nueve meses, con lo que recuperaron compensar, en parte, la caída de la ley del mineral.
El académico de la UC Gustavo Lagos explica que en tiempos de altos precios como el actual, las mineras reorganizan sus planes, tratando de subir la producción, y para eso tienen que usar la capacidad total de las concentradoras y aumentar el suministro de roca, bajando la ley, pero mientras más produce, como el costo fijo se mantiene variable, se lleva una mayor utilidad a mayor precio.
“El tema de la oferta es muy importante, porque es común en los últimos 15 años que las minas producirán menos de lo que anuncian, es más difícil cumplir con los planes de producción porque son minas grandes, complejas, y se encuentran con muchos problemas. Es cosa de mirar la producción de Chile, que está sobre los 5 millones de toneladas desde 2004 y todavía no llegamos a los 6 millones”, explica Lagos.
Fuente: El Mercurio