La producción minera en Chile creció 1,2% interanual en julio, gracias a un mayor procesamiento de cobre, un sector clave que se ha mantenido operativo durante la pandemia, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Este indicador, uno de los pocos que crece en una economía chilena fuertemente golpeada por las restricciones sanitarias impuestas para combatir el coronavirus, crece «como consecuencia de la mayor actividad registrada en la minería metálica», principalmente cobre, del cual Chile es el mayor productor mundial.
En este periodo, la extracción y procesaiento del metal rojo creció 1% «a raíz de un mayor procesamiento de mineral en importantes empresas del sector», explicó el INE.
Con una producción minera anual de 5,6 millones de toneladas métricas, el cobre representa la mitad de las exportaciones del país y entre 10 y 15% del PIB chileno.
Responsable de cerca de un tercio de la oferta global, la gigantesca industria del cobre de Chile no detuvo sus operaciones durante la pandemia pese a la alta cifra de contagios de coronavirus en el país, que suma a casi seis meses del primer caso más de 405.000 infectados y unos 15.000 fallecidos, considerando los casos sospechosos.
Para hacer frente a la pandemia, gran parte de las empresas mineras implementaron turnos especiales de trabajo y desmovilizaron (con la suspensión temporal de sus contratos o con teletrabajo) a cerca de 32.000 empleados.
En una de las medidas más extremas, se detuvo temporalmente también la construcción de proyectos destinados a ampliar o modernizar los yacimientos.
Codelco, la compañía estatal que produce cerca del 11% del cobre mundial, paralizó los trabajos de la fundición de su mina Chuquicamata y dejó de usar el aeropuerto de la ciudad de Calama (norte), donde los contagios crecieron exponencialmente tras un continuo traslado de los trabajadores mineros.
El INE informó, además, que la producción manufacturera decreció 7,2% en doce meses, explicado, en gran medida, por la baja interanual de 5,9% en la elaboración de productos alimenticios, «ocasionado, principalmente, por una menor elaboración de productos de pastelería y repostería, debido a una reducción de la demanda desde las cadenas de supermercados».
Por su parte, el índice de producción de electricidad, gas y agua disminuyó 4,7%, debido a que las tres actividades que lo componen se redujeron.