La automatización de las faenas mineras es uno de los ámbitos que mayor penetración tiene en la minería chilena en los procesos de transformación digital. En este escenario, a fines de 2020 el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y el Centro Nacional de Pilotaje —corporación pública-privada sin fines de lucro que junta las necesidades de la industria minera con centros de I+D, proveedores de base tecnológica y Corfo— se unieron para elaborar guías y lineamientos generales que sistematicen la evaluación de permisos de pruebas piloto de tecnologías en minería.
En este contexto, lanzó la primera guía para la implementación de pilotos y validación de equipos autónomos en faenas mineras. El documento, que ya está listo y operativo, establece los requisitos mínimos para autorizar pruebas de vehículos autónomos -como camiones y palas- ya que el proceso actualmente no tiene una definición.
Entre los requerimientos, las nuevas tecnologías autónomas a probarse deberán mostrar la verificación de todos sus niveles de sistemas de hardware, software y firmware (programa que controla los circuitos electrónicos de cualquier dispositivo); comunicaciones y navegación, además de un diseño de red de datos estable y compatible con otros sistemas de la mina.
«Chile ha avanzado considerablemente en la incorporación de equipos autónomos, principalmente para tareas de carguío y transporte. En la actualidad hay varios proyectos que utilizan estas tecnologías en compañías y faenas de la gran minería como Codelco, Escondida, Los Pelambres y Quebrada Blanca, así como también en la mediana minería, en faenas de Cemin y Pucobre», comenta el director nacional de Sernageomin, Alfonso Domeyko.
La nueva guía busca garantizar la seguridad de las operaciones, junto con demostrar cómo la incorporación de nuevas tecnologías puede asegurar la estabilidad y continuidad de los procesos. Además, apunta a ser útil para mineras de cualquier tamaño, y aplica a todos los proyectos de pruebas piloto y de implementación a escala industrial que consideran equipos o procesos autónomos dentro de las operaciones.
Domeyko señala que hasta ahora, Sernageomin no disponía de un sistema estandarizado con lineamientos específicos para la evaluación e implementación de nuevas tecnologías y procedimientos en las faenas. De hecho, el Reglamento de Seguridad Minera -instrumento que explica los requerimientos de operación de un proceso minero estándar y entrega el permiso de «método de explotación»- no contiene un articulado específico que abarque a las nuevas tecnologías.
Un futuro tecnológico
El estudio «Impacto de la Automatización y otras Tecnologías en la Gran Minería del Cobre», realizado en 2020 por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), proyecta que a 2030 en Chile diferentes tareas mineras serán desarrolladas por equipos autónomos o semiautónomos. La perforación pasará un 43% a dicha condición, la tronadura un 30%, el transporte un 38%, y la extracción por solventes y electro extracción lo hará en al menos un 35%. «Cifras que de acuerdo con el vertiginoso avance de las tecnologías, podrían crecer significativamente», dice el director nacional de Sernageomin.
En ese contexto, «el beneficio de esta guía es la reducción de la exposición a los riesgos que aparejan estas nuevas tecnologías. La regularidad de los equipos proporciona mejoras en el proceso y en la seguridad de las personas que operan la mina», sostiene Domeyko.
Y añade que también representa beneficios desde el punto de vista económico, ya que permite realizar pruebas a escala y evitar riesgos en operación a través de la adaptación de la tecnología en un ambiente controlado. «Punto importante si se considera que cada camión autónomo tiene un costo aproximado de US$ 5 millones».
Adelanta que junto con el CNP continúan trabajando en la preparación de otras guías para plantas pilotos, relacionadas con la regulación de tecnologías que usan hidrógeno en minería, y posteriormente seguirán con integraciones parciales de otras tecnologías.
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