La mina Escondida, el coloso del cobre en Chile y la más grande del mundo, se encuentra al borde de una crisis laboral. BHP, el operador mayoritario de la mina, está recurriendo a la mediación del gobierno chileno con la esperanza de evitar una huelga que podría tener consecuencias devastadoras tanto para la producción como para el mercado global de cobre. Los trabajadores han rechazado la última propuesta de la compañía, una oferta que consideran insuficiente y que, según ellos, amenaza tanto sus beneficios como sus horarios laborales.
Los dirigentes sindicales han sido claros en sus demandas: exigen que el 1% de los dividendos generados por Escondida se distribuya equitativamente entre todos los trabajadores, y que no se alteren los turnos ni los beneficios. La tensión está en aumento, ya que los movimientos previos de BHP han sido percibidos como tácticas para recortar costos a expensas de los empleados. Según la legislación chilena, las partes tienen cinco días para negociar antes de que se pueda declarar una huelga, lo que añade urgencia a la situación.
La minería chilena, responsable de aproximadamente el 60% de los ingresos por exportación del país, ya ha experimentado turbulencias en el pasado. En 2017, una huelga de 44 días en Escondida llevó a una caída significativa en la producción y un aumento en los precios globales del cobre. Con las presiones actuales, BHP debe abordar estas demandas con cuidado, ya que cualquier interrupción prolongada podría afectar no solo sus planes de inversión en nuevos concentradores, sino también la estabilidad del mercado del cobre en general.
Los analistas del sector advierten que una huelga en la mina podría paralizar planes cruciales de inversión por parte de BHP, así como dejar en incertidumbre el futuro de la producción. Escondida representa aproximadamente el 5% de la producción total de cobre en el mundo, y su cierre podría significar un aumento en los precios que afectan a todos los actores involucrados, desde los productores hasta los consumidores. Con la presión sobre la empresa y la insatisfacción de los trabajadores en aumento, el desenlace de esta negociación es aún incierto, pero su impacto podría sentirse en todo el mercado.