Buenas noticias recibidas la estatal Codelco de parte del Tribunal Ambiental de Antofagasta, luego que tras una extensa audiencia el pleno de la instancia diera luz verde al acuerdo que alcanzó la Corporación y el Consejo de Defensa del Estado (CDE), que declaró un supuesto daño ambiental de la división Salvador, que tenía en jaque el desarrollo de Rajo Inca.
Dicho avenimiento contiene más de una decena de compromisos, entre los que destacan el máximo resguardo del salar de Pedernales y su acuífero, 60 extensiones de vegetación que serán recuperadas y otras 175 hectáreas de vegas altoandinas que serán puestas en valor, en un plan cuyo costo supera los US$ 56 millones. Este plan fue aprobado, pero con reparos, según explicó el ministro titular en Ciencias, Marcelo Hernández.
“El tribunal hace un análisis y evaluación de los elementos esenciales, donde se determina seis criterios para verificar las once medidas propuestas, a lo que el tribunal adiciona seis más, donde se destaca una mesa de diálogo y gobernanza para el salar de Pedernales, incluyendo a las comunidades indígenas y familias de la zona”, explicó la autoridad.
El objetivo de estas modificaciones, sostuvo Hernández, apunta a abordar de manera integral el restablecimiento de las condiciones básicas del salar, de los sistemas vegetacionales, vegas y todos los servicios ecosistémicos asociados “que son de una gran fragilidad y de alta importancia en biodiversidad para el desarrollo sostenible del país”.
En tanto, desde la minera también abordaron el tema, y el presidente de la compañía, Octavio Araneda, explicó que el acuerdo se suma a los 637 compromisos ambientales que la resolución de calificación ambiental sucedió en febrero para el proyecto Rajo Inca, “y demuestra que la refundación de la división Salvador se sostendrá sobre sólidos asociados pilares a la sustentabilidad, concepto que aborda componentes como la gestión del negocio, el relacionamiento comunitario, el cuidado del medio ambiente y la gestión eficiente de los recursos naturales”.
Rajo Inca es el proyecto estructural que extenderá la vida útil de la división Salvador por más de 50 años, y tiene prevista una inversión de EE.UU. $ 1.200 millones, que aún debe ser aprobado por el directorio de la corporación, con el que se busca convertirla en un centro de trabajo optimizado tecnológicamente, moderno , productivo y medioambientalmente sostenible.
Fuente: El Mercurio