La Secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia aprobó el Programa de Trabajos y Obras (PTO) para la mina Quebradona, de la multinacional AngloGold Ashanti, que operaría en jurisdicción del municipio de Jericó, en el suroeste del departamento.
Se trata de un hito importante porque no solo delimita la zona actual del contrato de exploración adicional, sino que aprueba los minerales que se sacarían, como cobre, oro, plata, molibdeno y sus concentrados. También lo clasifica, con base en el volumen de producción minera máxima anual, como un proyecto de “gran minería”.
Así las cosas, al proyecto de la mina Quebradona solo le faltaría la licencia de explotación minera, que desde 2019 estudia la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), quien hizo 174 requerimientos al estudio de impacto ambiental que hizo la firma de consultoría Integral S.A. Fuentes de la Anla le dijeron a este diario que la solicitud sigue en proceso de evaluación.
“Hasta que no cuente con la respectiva licencia ambiental y debidamente aportada a las diligencias del contrato de concesión minera, no habrá lugar a autorizar el inicio de actividades de exploración adicional, construcción, montaje y explotación”, dice la resolución emitida por la Secretaría de Minas de Antioquia y conocida por EL COLOMBIANO.
Este aval de la Gobernación llega después de que el 5 de febrero la empresa radicara una respuesta a 545 requerimientos que le había hecho la Secretaría de Minas, pues el plan de trabajos no respondía a inquietudes neurálgicas como la disposición de minerales y precauciones para evitar la contaminación de afluentes.
A la espera de licencia de explotación
La reciente resolución es un paso importante para que la mina Quebradona pueda entrar en funcionamiento y se convierte en un trámite previo para el trámite final ante la Anla.
La multinacional minera radicó el 27 de noviembre de 2019 ante las autoridades ambientales el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, con el que empezó el recorrido para la obtención de la licencia de explotación.
La empresa sudafricana tiene títulos mineros y permisos de exploración que le permitieron confirmar que de la mina Quebradona, ubicada en una montaña entre la vereda Cauca y el corregimiento de Palocabildo (a 11 kilómetros del casco urbano), se pueden extraer 4,91 millones de toneladas de concentrado de cobre, 6,13 millones de onzas de oro, 85,1 millones de onzas de plata y 70,08 kilotones de molibdeno.
La multinacional tiene a su favor la declaratoria de Proyecto de Interés Nacional en 2015. En la actualidad, la empresa realiza actividades de exploración mientras obtiene el permiso para la explotación de minerales.
AngloGold Ashanti, de origen sudafricano, es la tercera compañía de minería de oro en el mundo con una producción de 3,8 millones de onzas en 2017. Desde su llegada a Colombia en 2004, ha realizado exploración geológica en diversas regiones del país.
Rechazo en el Suroeste
El proyecto ha marcado una fuerte división en el municipio de Jericó entre quienes rechazan la minería por considerar que esta atenta contra el medio ambiente, el subsuelo, el agua, el turismo y el componente social, mientras quienes la ven con buenos ojos indican que será otra fuente de ingresos, empleo y reactivación de la economía local, basada especialmente en la agricultura del café y el turismo.
Entre las voces de rechazo al proyecto minero está la de William Gaviria, campesino del corregimiento Palocabildo, zona donde se ejecutaría el proyecto, quien teme que la megaminería afecte la región.
Laura Santacoloma, investigadora de la línea Justicia Ambiental de Dejusticia, sostuvo que los proyectos que impactan con tal magnitud a los territorios deben contar con procesos que garanticen que las voces de sus habitantes sean escuchadas para proteger sus valores naturales, culturales y el derecho fundamental al agua.
Sebastián Restrepo, líder de Visión Suroeste, indicó que la campaña busca visibilizar lo que está ocurriendo en su región, donde los habitantes y campesinos han vivido de la vocación agrícola, cultural y turística y ahora llega una multinacional sudafricana que pretende imponer un modelo de desarrollo que rechazan y que no está alineado con la visión de “desarrollo regenerativo”.
“Nuestro Suroeste ha sido el hogar cálido y generoso de los abuelos y queremos que lo sea de nuestros nietos”, afirmó Fernando Jaramillo, representante de la organización Alianza Suroeste.
Lo que responde la minera
Felipe Márquez Robledo, presidente de Anglogold en su momento, explicó que basados en análisis y la tecnología de avanzada que tienen a disposición, pueden afirmar “con certeza” que el EIA no solo integra los componentes requeridos por las autoridades para asegurar el cumplimiento de las especificaciones técnicas y las obligaciones sociales y ambientales del proyecto, sino que refleja altos estándares de minería sostenible.
Añadió que detrás del proyecto hay 1.300 personas con estudios hidrológicos, bióticos, abióticos, sociales y de geología, y que la riqueza mineral con proyectos bien ejercidos “puede ser fuente de riqueza para las regiones y ayudar a disminuir las migraciones hacia las capitales y áreas metropolitanas de los habitantes de los pueblos”.
La empresa realiza actividades de exploración mientras obtiene el permiso para la explotación de minerales, especialmente de cobre.
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