Investigadores con sede en EE. UU. descubrieron que el uso de una forma complementaria de desinfección, conocida como ionización de cobre y plata (CSI), puede disminuir los subproductos de la desinfección y la toxicidad celular del agua de piscina clorada.
En un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology, los científicos informan que CSI implica la generación de iones antimicrobianos de cobre y plata mediante electrólisis. Dicen que combinando esta técnica con niveles reducidos de cloro, es posible hacer piscinas más seguras.
En detalle, probaron la capacidad de CSI para reducir los subproductos de desinfección (DBP), que se forman cuando el cloro reacciona con la materia orgánica y los compuestos introducidos por los nadadores, como los que se encuentran en el sudor, la orina, los protectores solares y los cosméticos. Los DBP se han relacionado con problemas de salud, incluidos problemas respiratorios, cáncer de vejiga y complicaciones durante el embarazo y el parto.
El experimento involucró la recolección de muestras de agua de dos piscinas tratadas con CSI y cloro, una al aire libre y otra bajo techo. Una vez que realizaron sus análisis, el equipo dirigido por Susan Richardson de la Universidad de Carolina del Sur detectó 71 DBP, algunos de los cuales se cuantificaron por primera vez en grupos.
En ensayos con células de mamíferos en el laboratorio, también encontraron que las muestras de piscinas cubiertas eran más tóxicas para las células que las muestras al aire libre, probablemente porque los DBP al aire libre pueden volatilizarse al aire libre o degradarse con la luz solar con el tiempo. En el agua de piscina cubierta, los niveles más bajos de formación de DBP y toxicidad se observaron cuando se usó la cantidad más baja de cloro en combinación con CSI.
Para controlar factores como el número de nadadores, la temperatura y el pH, los investigadores también realizaron experimentos en piscinas simuladas con una solución añadida que imita los fluidos corporales humanos y observaron resultados similares.
Estos datos sugieren que usar CSI con cantidades más bajas de cloro podría ser una forma de hacer que nadar sea más seguro.