Debido a su riqueza geológica, la disponibilidad de información geológica de calidad, una oferta de proveedores de primer nivel y un marco jurídico que promueve la inversión privada en el país, convierten al Perú en uno de los destinos más atractivos para la inversión minera en el mundo. Sin embargo, ¿cuál es el verdadero rumbo minero del Perú?
El Perú es un país de antigua tradición minera, tradición que mantiene y cultiva gracias a la presencia de empresas líderes a nivel internacional. Es un país que cuenta con un enorme potencial geológico, la presencia de la Cordillera de los Andes a lo largo del territorio, constituye la principal fuente de recursos minerales de la nación.
A nivel mundial y latinoamericano el Perú se ubica entre los primeros productores de diversos metales, (oro, plata, cobre, plomo, zinc, hierro, estaño, molibdeno, teluro, entre otros), lo cual es reflejo de la abundancia de recursos y la capacidad de producción de la actividad minera peruana.
Los minerales producidos en el Perú son de gran demanda en el mercado mundial actual, cuyo desarrollo se basa en la producción y la industria. Estados Unidos, China, Suiza, Japón, Canadá y la Unión Europea son los principales demandantes.
Habiendo sido el año 2020, año de la pandemia del coronavirus, un reto a nivel sanitario y económico para muchos países, Perú tiene como compromiso la reactivación económica. Es allí que la minería cobra un papel importante y es que, ciertamente, si bien algunas de las variables claves de la actividad han dado señales de retracción en este año, la mayoría de ellas ha retomado con fuerza; hecho que, mirando en perspectiva, permite ser optimistas respecto al rumbo minero que tomará el Perú en el 2021 y los años siguientes.
Mientras tanto, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) ya informó que para el 2021 se espera el inicio de la construcción de siete proyectos mineros, con una inversión comprometida de US$ 3,577 millones, siendo el proyecto más importante de ese grupo Yanacocha Sulfuros, en Cajamarca por US$ 2,100 millones, además de permitir el incremento de la producción de oro nacional.
También, se espera el inicio de la construcción del proyecto argentífero Corani, localizado en la región Puno, con una inversión estimada de US$ 579 millones.
Asimismo, el proyecto aurífero San Gabriel, en Moquegua, con inversiones ascendentes a US$ 422 millones, y la Ampliación Shouxin, de hierro, ubicado en Ica (US$ 140 millones), también forman parte del paquete de inversiones que iniciaría su ejecución en los próximos 12 meses.
La construcción de estos proyectos es sin duda una buena noticia para el rumbo minero del Perú, ya que tanto en el 2019 como en el 2020 preocupaba a los empresarios mineros la iniciación de proyectos nuevos que dinamicen la industria.