En un esfuerzo conjunto para impulsar el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades mineras, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), en coordinación con el Ministerio de Energía y Minas (MEM) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentaron la segunda fase de la iniciativa mundial PlanetGOLD. Este programa, implementado en 23 países y respaldado en Ecuador por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), tiene como objetivo transformar la minería de oro artesanal y de pequeña escala (MAPE) en un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Desde su incorporación al proyecto en 2018, Ecuador ha trabajado para formalizar y mejorar la integración de la MAPE en el marco regulatorio, promoviendo el acceso a recursos financieros y adoptando prácticas más limpias. La segunda fase de *PlanetGOLD* busca fortalecer estos esfuerzos, facilitando la transición hacia tecnologías libres de mercurio y vincular a las comunidades mineras con mercados formales. De este modo, el país avanza hacia una minería artesanal más eficiente y comprometida con la protección del medio ambiente, como parte de su estrategia para eliminar gradualmente el uso de mercurio en las actividades mineras.
Claire Medina, representante residente adjunta del PNUD en Ecuador, destacó la importancia de esta nueva etapa, afirmando que “esta fase refuerza el compromiso del PNUD con el desarrollo sostenible, promoviendo prácticas más limpias y seguras que protejan tanto a las comunidades mineras como a los ecosistemas”. A su vez, Javier Subía, Director de Minería Artesanal del Ministerio de Energía y Minas, subrayó que «el éxito de la minería debe reflejarse en la sostenibilidad y salud de las comunidades locales», una visión que posiciona a Ecuador como un referente en la producción limpia de oro.
En este importante encuentro participaron varias organizaciones de minería artesanal de todo el país, entre ellas la asociación de mineros de Zamora Chinchipe. Su representante, Juan Carlos Tapia, resaltó que «la formalización de la minería garantiza un desarrollo local sólido y sostenible, abriendo puertas a un futuro próspero para nuestras comunidades». Con esta iniciativa, Ecuador reafirma su compromiso con una minería responsable que prioriza el bienestar de las personas y la protección del entorno natural.