En un contexto de aguda crisis económica como consecuencia del coronavirus, las energías renovables en Estados Unidos han crecido hasta representar un 20% de toda la producción eléctrica en 2020. Los datos los aporta el último informe de Bloomberg New Energy Finance en colaboración con el Business Council for Sustainable Energy.
La incorporación de nueva potencia eólica y solar en cantidades sin precedentes en el país norteamericano, junto al potencial de la energía hidroeléctrica y la nuclear, representaron en 2020 el 40% del total de la producción de electricidad en Estados Unidos en 2020. Todo ello en un año en el que también se han registrado continuas caídas en la producción de energía con carbón.
Ethan Zindler, jefe de investigación de BloombergNEF en el continente americano, señala: «Fue un año de récords, pero también de resiliencia. Seré sincero al decir que, a mediados de 2020, los datos no auguraban que fuéramos a terminar el año con estas cifras de producción de energías renovables».
Por su parte, las emisiones totales estadounidenses cayeron un 20% por debajo de los niveles de 2005 como resultado de la pandemia. Las emisiones de CO2 procedentes del transporte por carretera, ferroviario y aviación cayeron un 14% como consecuencia de un menor número de desplazamientos, aunque sigue siendo el sector que más emite.
Año récord para la fotovoltaica y la eólica
Los datos de BloomberNEF muestran que 2020 fue un año récord para la instalación de nueva potencia fotovoltaica en Estados Unidos, alcanzando los 16,5 GW. El récord anterior fue establecido en 2014, con una potencia instalada de 14,4 GW.
La eólica también mantiene una tendencia ascendente, con más de 17 GW agregados en todo el país en 2020. En total, la potencia renovable instalada creció en un 11% con respecto a 2019.
Caída del carbón en Estados Unidos
En junio de 2020, la Administración de Información Energética del país norteamericano publicaba un dato sorprendente: por primera vez en 143 años, el uso de las energías renovables había superado al carbón en Estados Unidos.
Ya por entonces, los datos de la agencia gubernamental mostraban que el consumo de carbón en EE.UU había caído por sexto año consecutivo y un 15% con respecto a los índices registrados en 2019. La cifra exacta fue de 11,3 cuatrillones de unidades termales británicas, el valor más bajo desde 1964.
Vuelta al Acuerdo de París
El pasado viernes, el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, formalizaba la vuelta del país norteamericano al Acuerdo de París. El gesto pone sobre la mesa la postura de la nueva Administración respecto al clima, con políticas completamente distintas a las llevadas a cabo por el Gobierno de Donald Trump.
Entre los objetivos climáticos del Gobierno de Biden figuran reducir a la mitad la huella de carbono del parque nacional de edificios para el año 2035 y hacer inversiones drásticas en eficiencia energética en los edificios existentes, incluyendo la realización de cuatro millones de acondicionamientos.
Por otra parte, se quiere disponer de una generación eléctrica 100% libre de emisiones en 2035, así como ampliar los créditos fiscales para la energía limpia y la eficiencia e instalar millones de paneles solares y miles de turbinas eólicas en tierra y mar.
Del mismo modo, el nuevo Gobierno quiere articular una recuperación de la crisis del coronavirus basada en la transición a energías limpias y creación de empleo, lo cual supone una iniciativa muy similar a la establecida por la Unión Europea.
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