El oro, el metal precioso por excelencia, se erige como el protagonista indiscutible en los mercados financieros. Con un alza del 1% alcanzando los 2.193,33 dólares por onza, su ascenso se ve impulsado por la debilidad del dólar. Mientras tanto, el índice del billete verde cae un 0,2%, abaratando el oro para los inversores que operan con otras divisas.
Según informes de Reuters, los inversores aguardan con expectación los próximos datos de inflación de Estados Unidos, programados para finales de la semana. Estas cifras podrían arrojar luz sobre el posible recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, marcando así el rumbo de las políticas económicas para el resto del año.
El oro, en su cotización al contado, mantiene su ascenso imparable, alcanzando niveles históricos. Esta tendencia alcista se ve reforzada por las señales de la Reserva Federal que apuntan a una reducción de las tasas de interés en los próximos años. Los operadores estiman en un 64% la probabilidad de que este recorte comience en junio, según datos de la herramienta FedWatch de CME Group.
Además, la demanda física de oro por parte de los hogares chinos, junto con las compras sostenidas de los bancos centrales, añaden un soporte adicional a la cotización del metal precioso. Mientras tanto, la plata, el platino y el paladio también experimentan movimientos en el mercado de metales preciosos, reflejando la compleja dinámica económica global en la que nos encontramos inmersos. ¡El oro brilla con intensidad en medio de la incertidumbre financiera!