Los precios del cobre retrocedían el lunes tras alcanzar máximos de casi ocho años por tomas de ganancias, luego de datos que mostraron una disminución en las importaciones chinas del insumo y por un dólar que se apreciaba.
Previamente, el metal llegó a los 7.800 dólares, máximo desde marzo de 2013.
“Las operaciones en cobre están saturadas”, afirmó la analista de ING Wenyu Yao. “Fundamentalmente, la demanda china se mantiene, pero por sí sola no es suficiente para justificar los actuales niveles de precios”.
Las importaciones de cobre de China cayeron en noviembre por segundo mes consecutivo a un mínimo de seis meses. Las entradas del metal bruto y de productos de cobre sumaron 561.311 toneladas el mes pasado, 9,2% menos que las 618.108 toneladas de octubre, pero un 16,2% más que en noviembre de 2019.
El índice dólar, que compara al billete verde con una cesta de seis destacadas monedas, ganaba un 0,2%. Un dólar fuerte encarece las materias primas para los tenedores de otras divisas, lo que podría reducir la demanda y los precios.
Parte de la razón detrás de los mayores precios del cobre eran las existencias en depósitos registrados ante la Bolsa de Metales de Londres LME. Los inventarios suman 150.125 toneladas, descenso de casi un 20% desde mediados de octubre.