El cobre operaba estable el martes por encima de los 9.000 dólares la tonelada, lo que aliviaba el miedo a una corrección a la baja en los precios, tras un repunte vertiginoso impulsado por expectativas de escasez de oferta y expansión de la demanda.
A las 1146 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 1,2% a 9.150 dólares la tonelada a las 1146 GMT, moviéndose hacia los 9.617 dólares, máximo de 10 años que tocó la semana pasada.
El metal se disparó un 15,5% en febrero, ya que más analistas predijeron aumentos de precios y los especuladores se agolparon en el mercado.
Los especuladores se muestran optimistas, con posiciones largas netas en cobre en la LME equivalente al 62% de los contratos abiertos para el jueves, la mayor cantidad desde el 2004, dijo Marex Spectron.
En la Bolsa de Futuros de Shanghái (ShFE), las posiciones largas netas de los especuladores llegaron al 57,9% de los contratos abiertos el viernes, la mayor cantidad desde 2003, antes de caer al 51,8% el lunes, agregó la correduría.
“La perspectiva fundamental para el cobre sigue siendo extremadamente optimista”, escribieron analistas de Goldman Sachs en una nota que predice rendimientos estelares de las materias primas.
“Seguimos pronosticando el mayor déficit en 10 años en 2021 (327.000 toneladas), seguido de una fase abierta de déficit”, escribieron. “Para reflejar la creciente probabilidad de precios de escasez, nuestros objetivos de cobre de 3/6/12 meses aumentan a 9.200/9.800/10.500 dólares/tonelada”.