El cobre subía el martes ante la preocupación por una posible huelga en Chile, pero los precios seguían siendo vulnerables a mayores inventarios y señales de debilidad en la demanda.
A las 0936 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 0,2% a 6.538 dólares la tonelada, luego de los volátiles movimientos de la semana pasada. El jueves, el referencial se hundió un 4,3% a un mínimo de siete semanas y repuntó un 2,6% el día siguiente.
El riesgo de una huelga en la mina chilena de cobre Candelaria, de la canadiense Lundin Mining, aumentaba luego de que un segundo sindicato de trabajadores rechazara una oferta contractual de la firma, dijeron a Reuters dirigentes gremiales.
Yacimientos con una producción anual combinada de alrededor de 2,8 millones de toneladas tienen negociaciones laborales en el cuarto trimestre, dijo en una nota Daniel Major, analista de UBS. Incluyen a Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, agregó.
“Las negociaciones salariales y la posible huelga están proporcionando un apoyo subyacente (…) pero el cobre realmente no ha podido aprovechar las ganancias del viernes (…) por lo que el metal sigue siendo frágil”, dijo Ole Hansen, estratega de materias primas de Saxo Bank.
También apoyó al mercado el regreso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la Casa Blanca después de ser dado de alta del hospital, así como esperanzas de que se pueda acordar un nuevo paquete de estímulo estadounidense.
El descuento en el cobre al contado en la LME frente al contrato de tres meses era de 14,25 dólares la tonelada, el mayor desde el 22 de junio, lo que indica saludables suministros. Los inventarios de cobre de la LME han crecido al doble en las últimas dos semanas.
El índice dólar retrocedía, abaratando las materias primas que cotizan en el billete verde a los tenedores de otras divisas.