Por primera vez en el mundo, las emisiones de metano de las actividades mineras de trona fueron capturadas por un satélite operado por GHGSat, una empresa canadiense que se especializa en el monitoreo de gases de efecto invernadero de alta resolución desde el espacio.
Las imágenes de satélite muestran las emisiones de la cuenca del río Green en Wyoming, la ubicación del mayor depósito natural de trona del que 18.1 millón de toneladas del mineral fueron extraídas en 2019 y que abastece alrededor del 90% de la soda ceniza usada en Estados Unidos.
La trona es un compuesto de carbonato de sodio extraído de minas subterráneas y procesado en ceniza de sosa. Se utiliza principalmente para la fabricación de vidrio para la industria automotriz y de la construcción y también es la materia prima para el bicarbonato de sodio, la ropa y los productos de limpieza utilizados en la fabricación de telas y papel.
Cuando el mineral de trona se extrae de las minas subterráneas, la fracturación de la roca libera metano, que debe ventilarse por razones de seguridad. Si bien la ceniza de sosa se puede fabricar sintéticamente, alrededor del 35% del suministro mundial proviene de fuentes naturales.
Acercándose a la cuenca del río Green, el satélite de GHGSat detectó y midió las emisiones de metano con una tasa estimada de casi 950 kg/h. Si bien es menor que la tasa de emisión promedio de minas de carbón observada durante los últimos seis meses, si se captura y procesa en gas natural, el nivel de emisión medido podría suministrar electricidad para al año a aproximadamente 1 millón de hogares.
En opinión de la empresa, el volumen de metano medido presenta una oportunidad potencial para que los operadores mineros establezcan una estructura de inversión, mediante la conversión de las emisiones de metano en energía renovable.
“Esta primera observación satelital de la mina de trona ha llevado a GHGSat a monitorear estas fuentes de metano para ayudar a las industrias y los gobiernos a comprender sus emisiones”, dijo la firma con sede en Quebec en un comunicado de prensa.
“Tanto la Evaluación Global de Metano de la ONU 2019 como el reciente Informe Climático del IPCC han destacado el rápido aumento de las emisiones de metano en los últimos años, y los científicos atribuyen entre 30 y 35% del aumento actual de las temperaturas globales a este potente gas de efecto invernadero. Reducir el metano es ahora una de las acciones más rápidas que podemos tomar para frenar el calentamiento global.”