El oro cotizaba estable el miércoles, respaldado por la debilidad del dólar y mientras los inversores sopesaban los desafíos logísticos que rodean el lanzamiento de una posible vacuna contra el COVID-19, con un alza de nuevas infecciones que impulsa las apuestas para nuevas medidas de estímulo económico.
El oro al contado caía un marginal 0,02% a las 1033 GMT a 1.876,31 dólares la onza. Los futuros del oro en Estados Unidos cotizaban estables a 1.876,90 dólares.
El índice dólar bajaba un 0,1%, lo que hacía que el oro fuera más atractivo para los tenedores de otras monedas.
“Los casos de coronavirus continúan aumentando en Estados Unidos y Europa y necesitaremos más medidas monetarias y fiscales (…) En ese sentido, el contexto general para el oro no se ha vuelto negativo”, dijo Harshal Barot, consultor senior de investigación para el sur de Asia en Metals Focus.
Funcionarios de la Reserva Federal dijeron el martes que el aumento de los casos de coronavirus amenaza con desacelerar el crecimiento de Estados Unidos una vez más en los próximos meses y que se necesitará una ayuda gubernamental más específica.
El oro al contado se hundió un 4,6% el lunes, su mayor caída diaria desde el 11 de agosto, luego de que la farmacéutica Pfizer dijera que su vacuna para el COVID-19 tenía una efectividad de más del 90% según los resultados de las pruebas iniciales, lo que aumentó el apetito por el riesgo.
Entre otros metales, la plata subía un 0,3% a 24,29 dólares la onza. En tanto, el platino ganaba un 0,3% a 885,45 dólares y el paladio sumaba un 0,4% a 2.463,64 dólares.