La minería alberga 206 mil puestos de trabajo directo y 800 mil si se suman los indirectos, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2020. Esta empleabilidad en la minería es importante de preservar, por lo que las empresas se han adaptado al trabajo remoto en ciertas áreas.
Gracias al avance de la tecnología, con sólo apretar un botón, los mineros pueden trabajar el cobre a kilómetros de distancia de las faenas. Lo hacen en Centros Integrados de Operación, donde controlan los procesos más delicados de la industria desde ciudades que nada tienen que ver con el desierto o la cordillera.
Este método permite a algunos operadores trabajar más seguros y cerca de sus casas, pero también producir más y mejor cobre. “Llevo tres infartos en mi historia, lo primero que se me vino cabeza era que no iba a poder seguir trabajando en la mina”, contó Ricardo González.
Ricardo trabaja hace 30 años como operador de chancado de rocas mineralizadas en la Mina Los Bronces, y su estado de salud le impide seguir manejando máquinas a 3.500 metros de altura en Farellones. “No volver a trabajar hubiese sido terrible para mí”, sostuvo.
“El hecho de trabajar en Santiago, el no tener que subir a la altura e ir al frío en invierno para mí fue un beneficio 100%. Tengo dos hijos que trabajan allá operando camiones de extracción, nos ha permitido estrechar lazos, compartir experiencias, y optimizar los procesos”, añadió.
Ricardo trabaja desde el piso 48 de la Torre Titanium. A este centro llega toda la información de las 700 cámaras instaladas en la mina, que muestran los procesos de extracción y procesamiento de los minerales en 150 pantallas de última generación, 50 servidores y diversos sistemas de análisis de datos.
La operación remota a través de la tecnología ya se ha implementado en 7 de las 18 principales mineras en Chile. En el Centro Integrado de Operaciones de la mina Chuquicamata de Codelco ubicado en Calama, se monitorean en tiempo real los procesos que van desde la concentración hasta la flotación del cobre.
Para que el trabajo desde la ciudad funcione en tiempo real en las faenas, los centros funcionan con tecnología de fibra óptica. Estos delgados cables hechos principalmente de vidrio permiten el traspaso de grandes cantidades de datos a larga distancia. Este sistema forma parte de la nueva “minería inteligente”.
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