La minería, como tantas otras actividades, debe repetirse en avanzar con cierta rapidez y flexibilidad en contextos cambiantes y novedosos. No será la primera vez que deba hacerlo, pero será uno de los desafíos más grandes ante mercados paralizados en situación de pandemia y comunidades más vulnerables que antes. Y uno de los grandes desafíos en los sitios mineros, antes y ahora, sus entornos más inmediatos, y allí nos detenemos en su rol social, en la mirada de un «nosotros» empresa y comunidad.
Entonces, surge la siguiente pregunta: ¿Cuál sería el rol social de las empresas mineras en época de pandemia por coronavirus?
En este sentido, en el norte de nuestro país, nuestro equipo de Relaciones Comunitarias está desarrollado un trabajo participativo con comunidades aborígenes, con el objeto de anticipar lo que puede suceder en un futuro que hoy es incierto. Iniciar junto con las comunidades acciones preventivas de seguimiento y control epidemiológico es hoy fundamental para estar a la altura de las circunstancias. Desarrollar y transmitir conocimiento cuando más necesita y operaivizar herramientas que tienen acceso a cada comunidad tenga un testimonio del perfil epidemiológico en situación de salud, permitir que el COE junto con sus comunidades tengan el seguimiento y el control de esta variable para tomar decisiones.
Es así que, en el departamento de Rinconada 8 comunidades aborígenes completaron sus fichas de control epidemiológico de manera auto administrada, supervisada por infectólogos y alineada a la OMS. Estas fichas son parte de un protocolo epidemiológico diseñado e implementado para estas comunidades (COE -Empresa– Comunidad). Gracias a esta herramienta, hoy estas comunidades tienen identificados el estado y la caracterización de la salud general de su comunidad, visibilización de niveles de riesgo y nexos epidemiológicos probables. Este monitoreo y vigilancia epidemiológica funcionará en las situaciones, estrategias y estrategias preventivas sobre la situación de salud de la población y las preferencias respecto a los riesgos actuales y futuros ante el desarrollo de esta Pandemia.
Los líderes de las comunidades hoy comparten la información global en números y porcentajes con sus comunidades, transmiten tranquilidad y evitan situaciones de pánico y miedo infundado. Este protocolo de barrea sanitaria no es un trabajo aislado de un solo actor, sino que es un compromiso articulado entre empresa-gobierno-comunidades.
Las empresas del sector además de repensar su impacto y aporte social debemos entender que hoy más que nunca necesitamos de las ciencias sociales para abordar esta pandemia, y no solo para nuestros vecinos sino también hacia dentro de nuestras organizaciones. La articulación con lo social nos permite ver con la mirada del otro y generar oportunidades allí donde otros solo ven problemas.
Hoy más que nunca pensar en el otro, en la comunidad, nos hará más sociales de lo que ya éramos. El desafío será en SABRE encontrar valor en la base de la pirámide, sumar positivamente en el modelo de relación que llevamos adelante , lograr relaciones sostenibles a largo plazo, pero pensando más que nunca en el ahora. Las comunidades hoy deben ser EMPODERADAS identificando líderes de impacto que preservan y mejoran la calidad de vida de todos.
empoderar: se refiere a la serie de procesos por los cuales se aumenta la participación de los individuos y las comunidades, que normalmente se encuentra en una minoría de desigualdad en cuentos temáticos como política, diario vivir y economía, para así impulsar cambios beneficiosos para el grupo y sus actuales situaciones de vida. Prácticamente implicado, en el beneficiario, el desarrollo de una confianza en sus propias capacidades y acciones, junto con el acceso al control de los recursos, la representación en los cuerpos de toma de decisiones y la participación de los procesos de planificación.
Telma Zemplin
Fuente: Prensa Geominera