Por Ana Mano
SAOPAULO, 16 ago – Brazil Potash, la empresa canadiense que planea construir la mayor mina de potasa de América Latina en la selva amazónica, está dispuesta a emplear a los indígenas Mura locales, ya que busca su apoyo para el sensible proyecto, dijo la compañía en una entrevista el lunes.
El proyecto en Autazes, Brasil, a 75 millas (120 kms) al sureste de la capital del estado de Amazonas, Manaos, reduciría la dependencia de la agricultura brasileña de las importaciones para el 95% de sus necesidades de potasa.
Los Mura, que temen que la mina lleve la prostitución y las drogas a sus comunidades, se han opuesto al proyecto. No devolvieron las llamadas para pedir comentarios.
Brazil Potash, propiedad del grupo Forbes & Manhattan de Stan Bharti, un banco de negocios centrado en el sector de los recursos, había recibido una licencia de instalación de las autoridades del estado de Amazonas, pero fue suspendida por un tribunal porque la empresa no había consultado a los Mura. La aprobación depende ahora de que se completen las consultas.
“Tenemos previsto comprometernos con el pueblo Mura para que un porcentaje de ellos forme parte de nuestra plantilla”, dijo el director ejecutivo Matt Simpson, y añadió que también ayudarán a los Mura a establecer sus propios negocios.
Simpson dijo que el proyecto de la empresa con sede en Toronto creará 1.000 empleos directos y posiblemente hasta 5.000 indirectos.
Espera obtener el permiso de instalación a finales de año para que la empresa pueda empezar a construir la mina de 2.400 millones de dólares. El último paso es conseguir una licencia de explotación que permita a Brazil Potash iniciar su actividad en 2026, tal y como está previsto.
Un portavoz de Jaiza Fraxe, el juez federal de Manaos que suspendió la licencia de instalación, dijo que las conversaciones con los Mura están todavía en la fase de consultas previas.
Simpson dijo que sigue abierto el debate sobre si el Ibama, la agencia federal de protección del medio ambiente, también tiene que aprobar el proyecto. Está pendiente una resolución judicial sobre la cuestión.
La producción de la mina podría alcanzar, después de tres años de funcionamiento, 2,4 millones de toneladas de potasa al año, lo que corresponde a cerca del 22% de la demanda actual brasileña.
Brasil es el segundo mayor consumidor de potasa del mundo, por detrás de China, y su consumo anual es actualmente de unos 11 millones de toneladas.
Crédito: Enlace fuente