Con los 12 proyectos que hoy están en marcha, Argentina se convertirá en el primer productor de litio del mundo. El “oro blanco” es hoy la estrella de la minería global, buscado por su imprescindible presencia en el futuro masivo de los autos eléctricos, los dispositivos necesarios para las energías renovables y la tecnología de las comunicaciones.
En el país, la producción de litio está en pleno desarrollo y, según los expertos, con condiciones locales (marco de confianza para las inversiones) e internacionales (precios en alza) que permitan su desarrollo, el potencial es todavía enorme.
Durante un evento organizado por LLYC en el que participaron referentes del sector bajo la consigna “Conversamos sobre minería argentina”, Luciano Berenstein -director ejecutivo de la Cámara de Empresarios Mineros- explicó la importancia del litio en el país.
Hoy, dijo el ejecutivo, Argentina es el cuarto productor mundial de litio y es el segundo país en reservas de litio a nivel mundial. Pero ya «tenemos 12 proyectos que convertirían a Argentina en el primer productor mundial de litio, con una producción superior a 300,000 toneladas de LCE (carbonato de litio por sus siglas en inglés)”.
Entre los proyectos más importantes a los que hace referencia el ejecutivo, en diferentes etapas de desarrollo, se encuentran: Sales de Jujuy y Fenix (en expansión), Olaroz, Caucharí Olaroz, Centenario-Ratones, Salar del Rincón, Sal de Vida, Tres Quebradas, Pastos grandes y Sal de oro.
La proyección de crecimiento del negocio del litio en el país está basada en las reales previsiones de los proyectos en marcha y en la evolución de la demanda que no para de crecer.
Por un lado, el mercado de vehículos eléctricos (con baterías donde el litio es fundamental, un mercado que representa más del 70% de la demanda del mineral) hoy está por encima de los 10 millones de stock mundial pero llegará a 66 millones en 2025 y 137 millones en 2030.
Por otro lado, Berenstein explicó que la minería argentina tendrá un rol fundamental en los procesos de disminución de emisiones de carbono a partir de su aporte de litio y otro mineral clave: el cobre.
«A medida que los países intensifican sus ambiciones climáticas, las tecnologías de energía limpia se convertirán en el segmento de demanda de más rápido crecimiento para la mayoría de los minerales», dijo el ejecutivo.
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