El presidente de la minera, Richard C. Adkerson, aseguró que ahora tienen a Chile y Perú “pasando por un proceso político que busca alejar más al gobierno de los mineros”. El esperado plan de crecimiento de minera El Abra, una faena en el norte de Chile donde comparten propiedad Freeport McMoRan (FCX) y Codelco, deberá seguir esperando. Esto, porque la iniciativa seguirá en estudio, al menos hasta que se despejen las discusiones que rodean al sector en el país, según dijo la norteamericana en el marco de su entrega de resultados.
«FCX continúa evaluando una expansión a gran escala en El Abra para procesar material de sulfuro adicional y lograr mayores recuperaciones de cobre», detalló la minera, junto con agregar que esto permitiría respaldar «un importante proyecto de molino similar a las instalaciones construidas en Cerro Verde (Perú) en 2015».
Richard C. Adkerson presidente y director ejecutivo de Freeport-McMoRan. Foto: Bloomberg
A la vez, agregó que «se continúan evaluando estudios técnicos y económicos para determinar el alcance y el momento óptimos para el proyecto de sulfuro. FCX está monitoreando los posibles cambios en los asuntos fiscales del gobierno en Chile y pospondrá las decisiones de inversión importantes en espera de que se aclaren estos asuntos».
Según datos del último informe de inversiones de Cochilco del año pasado, la iniciativa está en estado «potencial», es decir, con un horizonte menos claro de concreción, en base a los criterios de esa comisión. Implicaría inversiones por unos US$ 5 mil millones, para aportar del orden de 300 mil toneladas de cobre anual.
La decisión coincide con el debate del royalty en el Congreso, donde se aprobó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que fija impuestos directamente a las ventas del mineral, en una escala marginal creciente de acuerdo al precio del cobre. Ahora el tema está en el Senado, donde distintos grupos están exponiendo sus posiciones. Se espera que la iniciativa avance, aunque con cambios sustantivos.
En la conferencia con inversionistas, la minera profundizó en este punto, a partir de la realidad de Chile y Perú. El presidente y director ejecutivo de la compañía, Richard C. Adkerson, aseguró que «ahora tenemos a ambos países pasando por un proceso político que busca alejar más al gobierno de los mineros, no sabemos cómo resultará todo esto», aludiendo en el caso peruano al recién proclamado presidente de la República, Pedro Castillo.
En lo que se refiere a Chile, se enfocó en el proceso a largo plazo que enfrenta para revisar su Constitución. «El impacto en Chile nos está haciendo retrasar una decisión sobre una oportunidad de expansión de clase mundial. Tenemos otros monitores que también se van a ver afectados por esto. Realmente no sabemos cuál es el resultado final, esto apoyará los precios del cobre en el futuro», sinceró.
La definición de la compañía se suma a lo expresado en mayo por el presidente de la minera Lundin Mining, Lukas Lundin, quien aseguró que monitoreará los posibles cambios en las reglas del país antes de proceder con una expansión subterránea. Esto, luego que gastara US$ 1.000 millones mejorando su operación de cobre en Chile. En ese minuto, trascendió que la discusión en torno a la nueva Constitución y el proyecto de royalty minero habría motivado una postura más cauta de las mineras a la hora de continuar con sus planes a la espera de mayores certidumbres.
En abril del año pasado, Minera El Abra anunció la modificación de su plan minero para reducir en 40% el procesamiento de mineral chancado, desde las actuales 110 mil toneladas a 65 mil toneladas diarias. Esto, principalmente por la progresiva caída en el precio del cobre, entre otros factores, producto de la pandemia, lo que dejaba a El Abra -indicó la filial de la multinacional- «en una situación operacional compleja».
Sin embargo, en su último reporte, detalló que El Abra está implementando planes para aumentar sus niveles de operación, para llevarlos a la situación previa a la pandemia.
«Las tasas de apilamiento (de mineral) en El Abra promediaron 94.200 toneladas métricas por cinco días en el segundo trimestre de 2021, aproximadamente 25% más que en el segundo trimestre de 2020. Se espera que el aumento de las tasas de apilamiento resulte en una producción anual incremental de aproximadamente 70 millones de libras de cobre a partir de mediados de 2022, en comparación con los niveles de 2020», detalló la empresa.
Y agregó que «se está construyendo una nueva plataforma de lixiviación para adaptarse a las tasas de apilamiento planificadas para los próximos años».
La expectación por el futuro del proyecto de royalty minero se mantendrá. Si bien la presidenta de la comisión de Minería y Energía del Senado, Yasna Provoste, calculó que alrededor del 14 de julio se realizaría la votación en general del articulado, se han dilatado los tiempos de tramitación. Según comentan fuentes, aún quedan actores que esperan su turno para plantear sus argumentos en el Congreso. A esto se sumó que este miércoles la comisión no pudo ser citada por la discusión en la Sala del proyecto de matrimonio igualitario.
Además, a las sesiones habituales de la instancia, se deben concretar los seminarios acordados para incorporar la mayor cantidad de visiones en este debate. Por esta razón, la votación quedaría para agosto. «No se votará antes del 30 de julio de ninguna manera», aseguró el senador Guido Girardi al ser consultado.
Al primer seminario realizado el 25 de junio, se sumará hoy un nuevo encuentro a partir de las 15 horas sobre el rol del cobre y del litio para transformar a Chile en un líder de minería verde. Este viernes participará, por ejemplo, el CEO de Anglo American, Mark Cutifani. Mientras, el 30 de julio se discutirá en torno a cómo transformar la minería dejando un legado socioeconómico y ambiental, donde asistirá -entre otros- el presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Iván Arriagada.
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