Glencore, además de quedarse con 100% del Cerrejón, tiene a su haber dos línea férreas para transportar carbón y dos puertos marítimos en Colombia.
Con el anuncio de Glencore de adquirir las participaciones de BHP y Anglo American (33,3% cada una), en la mina del Cerrejón, no solo se recompone el mapa de la operación carbonífera en el norte del país, sino que además se le da un segundo aire a la tarea extractiva en La Guajira gracias al precio del mineral que está por encima de US$100 la tonelada.
Además, con esta transacción, la multinacional suiza hace un negocio redondo, ya que no solo se queda con la mayor parte de la actividad minera del llamado cinturón del carbón que va desde el sur del Cesar hasta La Guajira (si en definitiva desiste de devolver los títulos a nombre de Prodeco, su filial), sino que también, tiene la operación del ferrocarril de Fenoco (del que es socio con Drummond), línea por donde saca este producto desde las minas en el Cesar hasta el puerto de Ciénaga.
A lo anterior se suma que fortalecerá su negocio en el transporte, ya que adhiere la línea férrea del complejo del Cerrejón, para llevar el mineral desde la mina en Albania hasta Puerto Bolívar, en La Guajira.
Así, el nuevo trazado de la operación a gran escala para la producción de carbón en Cesar y La Guajira queda en un 60% para Glencore, un 35% para Drummond y un 10% para Colombia Natural Resources (CNR), cuya tarea está suspendida desde agosto del 2020 y se acogió a la Ley 1116 de reorganización empresarial.
Además, se tiene en las cuentas que, la multinacional suiza maneja los hilos de la cotización del carbón en los mercados internacionales, misión que realiza a través de su comercializadora (CMC Coal Marketing), situación que incomodaba a BHP y Anglo American.
CONFIANZA E INVERSIÓN
Según un comunicado de Glencore, la transacción tiene una fecha efectiva económica del 31 de diciembre de 2020, por US$588 millones, sujeto a ajustes del precio de compra, calculados al cierre de la operación.
“Con base en el rendimiento operativo esperado y en los actuales precios futuros del carbón, asumiendo el cierre durante el primer semestre de 2022, anticipamos que la caja generada por la operación reduzca la contraprestación de caja total efectiva a aproximadamente de US$230 millones, lo que hará que el período de recuperación estimado de la inversión sea inferior a dos años a partir de la fecha de cierre”, subraya.
Al respecto, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, señaló que esta noticia, con la que abrieron hoy todos los mercados de Europa, es importante para el país, ya que la transacción demuestra la confianza de la inversión por parte de las empresas mineras del mundo en Colombia, y de paso garantiza la tareas y empleo para La Guajira”.
El funcionario dejó en claro que, se debe tener en cuenta que el mercado del carbón “es cambiante y dinámico, por eso hay que irse adaptando a las nuevas circunstancias del comercio del mineral a nivel internacional. Por esta razón, el Gobierno trazó y puso en marcha una nueva hoja de ruta para el carbón para impulsar su operación”.
Por su parte, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), indicó que, la adquisición del 100% de las acciones de Cerrejón por parte Glencore confirma la relevancia que tiene el carbón colombiano en la matriz energética global.
“Estas inversiones fortalecen la confianza para la generación de empleo, regalías e impuestos, fundamentales en la reactivación económica del país. No podemos olvidar que durante los últimos 12 años, el carbón ha representado la mitad del PIB en La Guajira, contribuyendo con más de 8.500 de empleos y más de $18,5 billones en regalías e impuestos”.
LA TRANSACCIÓN
Glencore deja claro en su comunicado que las transacciones están sujetas a varias aprobaciones regulatorias y están condicionadas entre sí.
Recalcó que su personal “estudió detenidamente la mejor manera de responder a las notificaciones de venta de una forma que reflejara nuestro compromiso de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y reconociera nuestra obligación de actuar como administradores responsables de los activos”.
Reiteran además que la adquisición de la totalidad del complejo carbonífero del Cerrejón, es la «decisión correcta» y el agotamiento progresivo de las concesiones mineras actuales hacia 2034, está en línea con su compromiso para manejar responsablemente la disminución del portafolio de carbón, y calculan que los volúmenes de producción disminuyan sustancialmente a partir de 2030.
“Glencore lleva más de 20 años comprometido con Cerrejón. Conocemos bien el activo y creemos que somos el administrador más responsable para Cerrejón en esta etapa de su ciclo de vida. La venta de los activos de combustibles fósiles y convertirlos en un asunto de otro, no es la solución y no reducirá las emisiones absolutas”, señaló Ivan Glasenberg, director general de la multinacional suiza.
Y añadió que “estamos confiados en que podremos manejar responsablemente la disminución de nuestro portafolio de combustibles fósiles, de una manera que también es consistente con el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, como se demuestra con el fortalecimiento de nuestros objetivos de reducción total de emisiones”.
Portafolio pudo establecer con fuentes del sector minero enteradas de la transacción que durante meses las administraciones de las tres mineras venían realizando reuniones en las que se exploraron diferentes alternativas para el futuro de la operación de Cerrejón, luego que las compañías anunciaron por separado la intención de vender los activos de carbón en el mundo.
Así, como producto del joint venture que hay entre las tres empresas, Glencore apeló al derecho de primera opción, e hizo la propuesta económica a BHP y Anglo American.
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