El presidente ejecutivo de Glencore, Ivan Glasenberg, dijo este martes que la brecha en el suministro de los metales que se necesitan para que el mundo reemplace los combustibles fósiles con energía renovable estaba creciendo, pero no se animó a predecir un superciclo. En un informe recogido por Reuters, el alto ejecutivo de Glencore agregó que los suministros de cobre debían aumentar en un millón de toneladas al año para 2050 si se pretende cumplir con la demanda prevista de 60 millones de toneladas.
“Hoy, el mundo consume 30 millones de toneladas de cobre al año y para el año 2050, siguiendo esta trayectoria, tenemos que producir 60 millones de toneladas de cobre al año”, dijo el alto ejecutivo de Glencore durante el Foro Económico de Qatar.
Cabe precisar que las acciones de muchas empresas mineras han duplicado su valor en el último año, ya que las medidas de apoyo en las economías avanzadas en respuesta a la pandemia del COVID-19 avivaron la inflación.
“Si miramos el histórico de los últimos 10 años, (veremos que) solo hemos añadido 500.000 toneladas anuales. (…) ¿Tenemos los proyectos? No lo creo. Creo que será extremadamente difícil”, advirtió Glasenberg.
Las materias primas sirven de cobertura contra la inflación, por lo que se espera que sus precios se mantengan sólidos. Al mismo tiempo, la transición a una economía con bajas emisiones de carbono y la canalización de fondos de estímulo hacia las infraestructuras están generando demanda por materias primas.
Cobre: rally de energías limpias
La demanda de cobre está aumentando para su uso en proyectos de energías renovables y vehículos eléctricos. Los precios alcanzaron un récord por encima de los US$ 10.000 la tonelada en mayo, antes de sufrir una caída de unos US$ 1.500.
Los mercados del níquel y el cobalto se enfrentan a déficits de oferta similares en las próximas décadas. Glasenberg afirmó que la oferta de níquel necesita crecer en 250.000 toneladas más al año, frente a un ritmo histórico de sólo 100.000 toneladas.
Por tal motivo, proyectó que la demanda anual de níquel aumentaría a 9,2 millones de toneladas desde los 2,5 millones actuales.
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