Elon Musk ha expresado en más de una ocasión su preocupación por níquel disponibilidad, pero los dolores de cabeza de Tesla cuando se trata de níquel no terminan ahí.
Según el llamado fabricante de automóviles Informe de impacto lanzado el viernes, el níquel es, con mucho, el mayor problema en su cadena de suministro de baterías en lo que respecta a las emisiones, superando al CO2 creado por la fabricación de cátodos y el ensamblaje de celdas combinados.
Tesla dijo que encargó a una firma de consultoría y software con sede en Londres Minviro “para identificar puntos críticos con un alto potencial de calentamiento global a través de ocho rutas de procesamiento específicas de las que actualmente obtenemos cobalto, níquel y litio”.
El informe dice que Tesla obtiene más del 95 % de su litio, el 50 % de su cobalto y el 30 % de su níquel directamente y que “los factores clave del CO2 en su cadena de suministro global se encuentran las cadenas de suministro de cátodos y ánodos”.
El cobalto representa solo el 1 %, mientras que el litio, responsable del 13 %, hace una contribución más modesta que el grafito del material del ánodo, y la empresa señala que “el procesamiento químico (refinación/fundición) fue un impulsor mayor que la minería”.