En un nuevo informe, los analistas de Global Research del Bank of America (BofA) dicen que esperan que el mercado del cobre vuelva a ser deficitario a partir del 2023 después de la finalización del actual ola de desarrollos de proyectos.
Si bien se espera que la producción mundial de cobre crezca un 7,7% en 2023, luego de un déficit esperado en 2021, los riesgos están sesgados a la baja, dice el banco, dado el bajo rendimiento de las nuevas construcciones de minas de cobre en los últimos años.
“Si bien la visibilidad sobre la cartera de proyectos a corto plazo es buena, los aumentos de actividad vienen con una arruga”, dicen los analistas del banco. “De hecho, muchos de los proyectos desarrollados actualmente han estado en desarrollo durante casi tres décadas, y con la actividad de exploración relativamente limitada en los últimos años, los aumentos de la oferta pueden desvanecerse de 2023 .”
BofA ve una variedad de problemas que limitan el crecimiento de la producción. Estos fueron reflejados por una presentación de Edgar Blanco Rand, viceministro de minería en el gobierno anterior de Chile, durante la reciente LME Week.
El funcionario mostró una cartera de proyectos con sede en Chile que se realizarán en 2022 a un costo de $58 mil millones para lograr una producción total de 7 millones de toneladas. Centrándose en el cobre, Edgar Blanco destacó que la producción se ha estancado desde 1990 en alrededor de 5,7 millones de toneladas, luego de una década de rápido crecimiento, comenzando en 1990.
“Esto implica una intensidad de capital de alrededor de $20,000 por tonelada, muy por encima de los $10,000 para 20,000 rango por tonelada observado en los últimos años. Como factor agravante, la inversión deberá ser lo suficientemente grande como para compensar alrededor de 1,5 millones de toneladas de pérdidas de producción”, dice el banco.
Según BofA, los 20 aumentos de suministro más significativos representarán 58% de las adiciones de producción total en 2022.
Esto respalda la opinión de BofA de que las expansiones están muy concentradas, con dos implicaciones. En primer lugar, los problemas operativos en solo uno o dos sitios podrían afectar profundamente los equilibrios del mercado, lo que significa que la trayectoria de esos 10 las minas son críticas. En segundo lugar, según BofA, casi todas las adiciones son impulsadas por operadores con un excelente historial operativo, lo que reduce el riesgo de interrupciones y entregas insuficientes.