Los precios del cobre están en una senda firme, manteniéndose cerca de sus máximos de dos meses, con un ligero aumento del 0.1% que lo posiciona en 9,396 dólares por tonelada. Este repunte se produce en un contexto de expectativa sobre una posible reducción de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que a su vez está debilitando al dólar. La combinación de estos factores ha generado una atención particular en el mercado, mientras los inversores se preparan para la crucial decisión que se dará a conocer el miércoles.
La Bolsa de Metales de Londres reportó que el cobre, que había alcanzado los 9,466.5 dólares en la sesión anterior, ha capturado el interés de muchos jugadores del sector. Esta estabilidad en los precios se observa también en el aluminio, que experimentó un leve incremento del 0.1%, llegando a 2,331.5 dólares. Los analistas sugieren que ambos metales podrían operar en un rango estrecho en los próximos días, ya que los fondos preparan sus posiciones frente a la inminente decisión de la Fed.
Un factor clave impulsando los precios de los metales es el debilitamiento del dólar, que está a punto de alcanzar su mínimo en un año. Con las expectativas de que se implementen recortes de tasas, un dólar más débil hace que los metales cotizados en esta moneda sean más asequibles para los compradores internacionales. Sin embargo, no todos los metales se benefician de esta tendencia; el zinc y el plomo se encuentran bajo presión debido a un notable aumento de inventarios en Singapur, lo que ha resultado en caídas de los precios de ambos metales.
Mientras los mercados reaccionan a estas fluctuaciones, el níquel ha subido un 0.2%, alcanzando los 16,250 dólares, mientras que el estaño ha experimentado una ligera reducción del 0.4% a 31,800 dólares por tonelada. Este panorama refuerza la idea de que, aunque el cobre y el aluminio son protagonistas en este momento, otros metales enfrentan desafíos significativos que podrían influir en sus precios a corto plazo. Con el mercado en una zona de espera, todos los ojos están puestos en la próxima decisión de la Reserva Federal, que podría delinear el futuro inmediato del sector.