El oro al contado continúa su ascenso, alcanzando los 2.380,68 dólares por onza y proyectando una mejora superior al 1% en la semana. Esta tendencia al alza se ve impulsada por la agitación en Oriente Medio, con tensiones crecientes entre Irán e Israel que generan temores de un conflicto regional más amplio.
A medida que las tensiones geopolíticas aumentan, los inversores se refugian en el oro, considerado un activo seguro en tiempos de incertidumbre. Peter Fertig, analista de Quantitative Commodity Research, destaca que la escalada de represalias entre Irán e Israel está elevando el riesgo de un conflicto más intenso, lo que beneficia al oro como refugio de valor.
Mientras tanto, en Estados Unidos, las autoridades de la Reserva Federal mantienen una postura cautelosa respecto a la reducción de las tasas de interés, considerando el lento avance de la inflación y la solidez de la economía. A pesar de las expectativas de tasas más altas, el oro se mantiene atractivo debido a la demanda china y las incertidumbres macroeconómicas.
Con pronósticos optimistas para el oro, se espera que cierre el año en 2.300 dólares, según Commerzbank. A pesar de las dudas sobre un mayor potencial alcista, el metal precioso sigue siendo una opción atractiva en un contexto de incertidumbre global. Mientras tanto, otros metales preciosos como la plata, el platino y el paladio muestran variaciones en sus precios esta semana, reflejando la volatilidad en los mercados.