El mercado del oro ha deslumbrado a inversores y analistas al alcanzar un máximo histórico, subiendo un 1% y tocando los 2.654,96 dólares la onza este martes. Este aumento no solo se debe a una tendencia de precios alcistas, sino que también está alimentado por las crecientes tensiones en Oriente Medio, que han aumentado el atractivo del oro como un refugio seguro en tiempos de incertidumbre. Con la situación geopolítica cada vez más tensa, los inversores están buscando preservar su capital en este metal precioso.
En el contexto de la economía estadounidense, las señales de posibles recortes de tasas de interés han contribuido significativamente a la subida del oro, que ha visto un aumento del 28% en lo que va de 2024. Los analistas, como Bob Haberkorn, estratega de mercado senior de RJO Futures, sugieren que el oro podría incluso superar los 2.700 dólares si la situación en Oriente Medio se deteriora aún más y se reforzan las expectativas de recortes de tasas, lo que desencadenaría un aumento en la demanda.
La reciente relajación monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos también ha sido un factor crucial. La reducción de 50 puntos básicos en las tasas de interés la semana pasada ha disminuido el costo de oportunidad para mantener oro, que, a diferencia de otros activos, no genera intereses. Esto ha llevado a muchos inversores a reconsiderar sus carteras, añadiendo más exposición al oro ante las perspectivas de un entorno monetario más acomodaticio.
Mientras tanto, el interés por otros metales preciosos también está en aumento. La plata ha subido un impresionante 4,8%, alcanzando los 32,14 dólares, mientras que el platino y el paladio han seguido la tendencia ascendente, aumentando un 3,1% y 1,6% respectivamente. Con la incertidumbre económica global y las políticas de estímulo en juego, el resplandor del oro continúa iluminando un camino de oportunidades en los mercados de metales preciosos.