El oro se posiciona como el protagonista de la semana a medida que continúa su ascenso, ganando un 0,3% en el día y alcanzando los 2,462.82 dólares por onza. Con un avance acumulado que supera el 1% en los últimos días, los inversores muestran un creciente optimismo, impulsado por las especulaciones en torno a un posible recorte de tasas de interés en Estados Unidos para el mes de septiembre. Sin embargo, el entusiasmo se ve matizado por la cautela, ya que las expectativas de una flexibilización más drástica de la Reserva Federal se han moderado ante la inminente intervención de su presidente, Jerome Powell.
Como apunta Zain Vawda, analista de mercado de MarketPulse by OANDA, los recientes datos económicos han generado cierta incertidumbre entre los operadores de oro, quienes se encuentran en un estado de vigilancia acerca de la dirección futura de las políticas monetarias. A pesar de que las probabilidades para un recorte de 50 puntos básicos han bajado al 25%, sigue presente la creencia de que el oro necesita de catalizadores adicionales para traspasar la barrera de los 2,500 dólares en el corto plazo. Se espera que el metal precioso permanezca dentro del rango de 2,360 a 2,480 dólares mientras el mercado digiere estos últimos datos.
No obstante, la situación tiene matices positivos, pues los informes económicos recientes han contribuido a restaurar la confianza que se había visto sacudida por un inesperadamente débil informe de empleo. La mejora presentada en los índices de precios al productor y al consumo de julio ha reforzado el optimismo sobre el comportamiento de la inflación, lo que podría ser un indicativo favorable para el futuro del oro. Con la ligadura de estas variables, se dibuja un horizonte donde los inversores buscan afianzar sus posiciones.
Mientras tanto, otros metales preciosos siguen la estela del oro, aunque con matices. La plata presenta una leve caída del 0.6%, situándose en 28.22 dólares la onza, mientras que el platino y el paladio también experimentan ligeras disminuciones. Sin embargo, a pesar de estas caídas, la tendencia general en el mercado de metales preciosos indica que todos se encaminan a cerrar la semana en territorio positivo. Así, el mercado de metales preciosos flota en un mar de incertidumbres, pero con un leve resplandor dorado que promete nuevas oportunidades.