El oro, en un ascenso del 0,2%, alcanzaba la cifra impresionante de 2.027,96 dólares por onza durante la jornada, marcando su punto más alto desde el 9 de febrero a las 1012 GMT. Mientras los inversores aguardaban con expectación las minutas de la última reunión de la Reserva Federal, el índice dólar contribuía al aumento, encareciendo sutilmente los codiciados lingotes para aquellos con monedas distintas.
En paralelo, los futuros del oro estadounidense se mantenían firmes a 2.039,30 dólares la onza. La persistencia de los ataques hutíes en las rutas marítimas del mar Rojo y el estrecho de Bab al-Mandab, sumado a la incertidumbre generada, aportaba un impulso adicional a la demanda de refugio seguro, consolidando la posición del oro como un activo clave en tiempos de tensiones geopolíticas.
Con la revelación inminente de las minutas de la reunión de enero de la Fed, programada para las 1900 GMT, se esperaba obtener valiosas pistas sobre el calendario de recortes de tasas de interés, agudizando la atención de los inversores en un momento en que las expectativas sugieren una probable reducción en junio. Mientras tanto, el oro se mantenía en el centro de la escena financiera, resistiendo las fluctuaciones en un panorama de aumento de tasas e influencia del dólar, consolidando su estatus como un refugio valioso en el mercado.