Goldman Sachs ha sorprendido a los mercados al elevar sus previsiones de precios para el aluminio y el cobre en 2025, apuntando a una mayor demanda en China como motor principal tras un nuevo paquete de estímulos. El banco de inversión proyecta que el precio del aluminio alcanzará los US$ 2.700 por tonelada, un aumento notable desde los US$ 2.540 anteriores. De igual manera, el pronóstico del cobre también se ha incrementado, ahora situado en US$ 10.160 por tonelada, lo que resalta la creciente confianza en la recuperación económica del gigante asiático.
En la actualidad, el aluminio LME se comercializa en torno a los US$ 2.634,50 por tonelada, habiendo alcanzado niveles que no se veían desde finales de mayo, mientras que el cobre LME se mantiene cerca de los US$ 9.510,50 por tonelada. La sólida demanda de estos metales está vinculada a los programas de modernización industrial y el consumo energético impulsado por las políticas de estímulo del gobierno chino. Goldman Sachs subraya que, aunque estos aumentos reflejan una tendencia positiva, también existen factores de riesgo que pueden influir en los precios de ambos metales.
El banco destaca que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de China tendrá un impacto más significativo en los metales que en otras materias primas, como el petróleo y el carbón, debido a la fuerte participación de China en el consumo global de metales. Sin embargo, el informe también señala que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China podrían generar riesgos a la baja para los precios. La reciente liberación de un paquete de estímulo fiscal por parte del Ministerio de Finanzas de China también refuerza esta perspectiva al buscar reactivar la economía debilitada y alcanzar metas de crecimiento ambiciosas.
Por otro lado, Goldman Sachs mantiene sin cambios sus pronósticos de precios para el petróleo, gas natural y carbón, sugiriendo que el impacto de los estímulos fiscales sobre los precios de energía será moderado. A pesar de un repunte del 20% en los precios del mineral de hierro tras el anuncio de estímulos, el banco considera que esta subida es excesiva y estima que los precios deberían caer por debajo de los US$ 90 por tonelada para normalizarse. Con el panorama actual y las variables económicas en juego, el futuro de los metales parece prometedor, pero lleno de incertidumbres.