«El Brillo del Oro ante la Incertidumbre: Análisis Profundo de los Mercados en Tiempos de Cambio»
El preciado metal dorado mostraba un ascenso del 0,3%, alcanzando los $2,327.58 la onza en el mercado al contado, tras una caída del 1% el viernes influenciada por la fortaleza del dólar. Los inversores se mantenían atentos a la evolución de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU., mientras aguardaban los datos de inflación que se esperan a finales de semana y que podrían impactar en la dirección de las tasas de interés de la Reserva Federal.
En un escenario donde los futuros del oro estadounidense avanzaban un 0,4% a $2,340.00, la disminución en el retorno del bono de referencia del Tesoro a 10 años reforzaba la atractividad de los lingotes, al ser un activo que no genera rendimientos. Con la mirada puesta en los próximos indicadores económicos de Estados Unidos, y en un posible recorte de tasas por parte de la FED si se confirma un aterrizaje suave, el analista de UBS, Giovanni Staunovo, proyecta un respaldo continuo al oro, fijando la meta de alcanzar los $2,600 la onza hacia finales de año.
Con la expectativa puesta en la publicación de los datos del Gasto de Consumo Personal (PCE), principal medida de inflación preferida por la Reserva Federal, programados para el próximo viernes, y las apariciones de funcionarios del banco central a lo largo de la semana, los operadores evalúan una probabilidad del 66% de recorte de tasas en septiembre, según la herramienta CME FedWatch. Mientras la plata y el platino mostraban un incremento en sus valores, el paladio lideraba el ascenso con un 4,1% a $987.56, sumando un trasfondo de expectativas y movimientos en los mercados de metales preciosos.