Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), pionera en el sector del litio, está en la búsqueda de un socio estratégico para impulsar sus esfuerzos de expansión internacional y capitalizar el creciente mercado del litio, especialmente en Australia, el mayor productor global de este metal. A medida que la empresa busca diversificar sus operaciones más allá de Chile, expertos indican que están ofreciendo una participación minoritaria en su nueva división internacional de litio para financiar importantes inversiones en nuevas fronteras. El renombrado banco de inversión JPMorgan Chase & Co. está liderando esta búsqueda, enfocándose en atraer fondos de inversión que otorgan una mayor flexibilidad financiera.
La estrategia de SQM, que ha atraído la atención por su enfoque proactivo hacia la inversión, busca conciliar la expansión con la necesidad de asegurar una participación significativa en el competitivo mercado del litio. Con el objetivo de que un inversor obtenga aproximadamente un 15 % de la división, SQM está optando por esta asociación en lugar de realizar un aumento de capital tradicional. Esta decisión se hace aún más relevante en un contexto de precios bajos y exceso de oferta global, donde establecer alianzas puede proporcionar un respiro financiero más sostenible que la simple emisión de acciones.
Australia no es el único destino en la mira de SQM. La compañía también está buscándose posicionar en mercados emergentes de litio como África, al tiempo que expande sus operaciones en Australia Occidental. La expansión incluye el desarrollo de nuevos proyectos como la mina Mt. Holland y el proyecto Andover, además de su reciente incursión en un proyecto de litio en Suecia y un acuerdo en Namibia. Estos movimientos reflejan la ambición de SQM por aumentar su presencia en el ámbito global y convertirse en un actor clave en el suministro de litio.
A nivel local, SQM ha estado negociando un acuerdo con Codelco que podría permitir al gigante estatal del cobre asumir control sobre sus operaciones chilenas a partir de 2030, lo que abre la puerta a tres décadas adicionales de producción bajo nuevas normas que priorizan el control estatal en los recursos minerales. Este modelo de colaboración pone de manifiesto la transformación del sector minero chileno, que se orienta hacia una mayor sostenibilidad y un control estatal en respuesta a las exigencias del mercado moderno y la transición global hacia energías más limpias. En este entorno dinámico, las expansiones de SQM se perfilan como un futuro brillante, buscando adaptarse y prosperar mientras otros ven caer sus producciones.