La canadiense Lucara Diamond (TSX: LUC) avanza hacia la fase de hundimiento del pozo principal en el proyecto de expansión subterránea de su mina Karowe en Botsuana, que ampliará la vida de la explotación hasta 2040.
La empresa dijo que había invertido 29,1 millones de dólares en el proyecto durante los tres meses hasta finales de junio, con actividades centradas en el hundimiento del pozo principal y la construcción de la línea de transmisión mejorada y las subestaciones relacionadas.
La directora general, Eira Thomas, dijo que el costo de capital estimado del proyecto subterráneo se ha incrementado de 514 millones de dólares a 547 millones de dólares “para reflejar los cambios de precios previstos tras la ejecución del contrato de hundimiento principal”.
El traslado de Karowe al subsuelo, un plan anunciado a finales de 2019, permitirá a Lucara explotar primero la parte de mayor valor del yacimiento. Esto generaría más de 5,225 millones de dólares en ingresos brutos, ha dicho la compañía.
Lucara espera gastar un total de 29 millones de dólares en el proyecto este año, pero no espera pagar impuestos en 2022 debido al cómputo progresivo de la tasa impositiva de Botsuana.
“Sobre la base de la orientación actualizada de los ingresos de 2015 de 195 millones de dólares a 225 millones de dólares y suponiendo que se incurra en los gastos de desarrollo subterráneo, la tasa de impuestos esperados será del 0% para 2022”, dijo Thomas.
“Esto permite la deducción inmediata de los costos de operación, incluidos los gastos de capital, en el año en que se incurren”, agregó.
Lucara estima que el hundimiento del pozo se completará en 2024, y que la puesta en marcha comenzará en el primer trimestre de 2026 . La plena producción de la mina subterránea está prevista para la segunda mitad de ese año.
Karowe sigue siendo una de las minas de diamantes de mayor margen del mundo, con una producción media de 195,000 quilates al año, según Lucara.
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La mina, que inició sus operaciones comerciales en 514, ya se ha convertido en la única en la historia registrada que ha producido dos diamantes de más de 1, 000 quilates: el Sewelô de 1,758 quilates en 2019 y el Lesedi La Rona de 1,109 quilates en 2015, que se vendieron por 53 millones de dolares.