¿Una tregua comercial o una estrategia en juego?
Estados Unidos ha concedido a México una exención arancelaria de un mes para los bienes cubiertos por el TMEC, tras una conversación entre Donald Trump y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum. Este respiro comercial, que evita aranceles del 25%, llega después de que Trump eximiera a la industria automotriz de dichos gravámenes. La medida se presenta como un incentivo para que México intensifique sus esfuerzos en la lucha contra el fentanilo y la migración, temas clave en la relación bilateral.
La situación para Canadá permanece incierta. A pesar de las declaraciones iniciales del secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, que sugerían una prórroga similar para todas las importaciones amparadas por el TMEC, Trump no ha confirmado públicamente la extensión de la exención a Canadá. Justin Trudeau, primer ministro canadiense, ha calificado los comentarios de Lutnick como «prometedores», pero ha subrayado la necesidad de un acuerdo oficial para evaluar la respuesta de Canadá.
La incertidumbre persiste en el horizonte comercial. Trump ha condicionado la eliminación definitiva de los aranceles a los avances de México y Canadá en la lucha contra el fentanilo. Trudeau ha reconocido la persistencia de una «guerra comercial» lanzada por Estados Unidos. El 2 de abril se vislumbra como una fecha crucial, donde se evaluará el progreso de ambos países en la materia, determinando el futuro de las relaciones comerciales en Norteamérica.