Decisión sobre represalias se pospone hasta abril.
México ha decidido postergar hasta el 2 de abril la decisión sobre la aplicación de aranceles recíprocos al acero y aluminio de Estados Unidos, tras la entrada en vigor de los gravámenes impuestos por su socio comercial. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el Gobierno se reunirá con fabricantes de acero y aluminio para analizar la situación antes de tomar una determinación. Esta medida se toma en respuesta a los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos, que han generado preocupación en la industria mexicana.
La decisión de esperar hasta abril se alinea con el plazo otorgado por Estados Unidos para la aplicación de aranceles recíprocos a todos los países con los que comercia. México, amparándose en el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), considera que no debería estar sujeto a gravámenes, dado que el acuerdo implica el libre comercio entre los tres países. Sin embargo, Washington no ha emitido una respuesta clara al respecto.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero de México (Canacero) ha expresado su «profundo desacuerdo» con los aranceles, advirtiendo que afectarán gravemente a la industria siderúrgica y a toda la cadena metalmecánica de América del Norte. Canacero destaca que el 75% de las exportaciones mexicanas, valoradas en 2.100 millones de dólares, se verán impactadas, y que no existe justificación para la medida, dado el superávit comercial de Estados Unidos con México en estos productos.