Tras Retrasos en la Refinería Olmeca, el Futuro Energético del País Pinta Preocupante
México atraviesa un momento crítico en su sector energético, ya que se ha visto obligado a replantear sus estrategias de importación de combustibles para 2025. Gracias a los retrasos significativos en la puesta en marcha de la refinería Olmeca, la petrolera estatal Pemex se encuentra en una encrucijada que pone en entredicho la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de reducir la dependencia del país en importaciones extranjeras. Expertos del sector indican que las compras de combustibles están por encima de lo anticipado, dejando claro que la ambiciosa refinería no estará operativa en el corto plazo.
El costo de esta refinería ha aumentado drásticamente, más que duplicándose hasta alcanzar los $17,000 millones, lo que ha sembrado dudas sobre su viabilidad futura. Mientras tanto, Pemex, que ya lucha con una deuda monumental y presentando una producción de gasolina y diésel que no cubre la demanda interna, ha dependido históricamente de importaciones para satisfacer las necesidades del país. Este escenario podría llevar a una escasez de combustible, un golpe devastador para la imagen del gobierno actual y la administración entrante de Claudia Sheinbaum.
A pesar de la intención inicial de limitar las importaciones, fuentes del sector han confirmado que Pemex ha reabierto negociaciones con proveedores, tanto en Estados Unidos como en Asia, buscando garantizar un suministro constante y competitivo. Sin embargo, el tiempo se agota y las nuevas transacciones deben contrarrestar la alarmante falta de producción de combustibles viables en el corto plazo. Mientras tanto, las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía sugieren que la refinería Olmeca no iniciará operaciones antes de 2025, lo que complica aún más la situación.
En respuesta a los desafíos, Pemex ha recurrido a la compra de cargamentos «spot» de combustible, tratando de encontrar maneras de abordar el problema inmediato. Sin embargo, operar transacciones en el mercado de spot conlleva sus propios riesgos, y depender de este tipo de acuerdos podría no ser suficiente para satisfacer una demanda creciente. México, que normalmente obtiene la mayoría de sus combustibles de su vecino del norte, ahora enfrenta la realidad de un mercado muy volátil que podría afectar significativamente el futuro del sector energético del país. Ante esta situación, el legado de la administración de López Obrador y la estabilidad energética de México quedan en la balanza.