La chilena Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, informó el martes que desistió de su petición de extender sus derechos para usar agua fresca de un importante salar en el norte del país, que sustituirá por recursos provenientes de sus plantas desalinizadoras.
El yacimiento, controlado por BHP, mantenía en trámite un permiso para seguir extrayendo 428 litros por segundo de un acuífero ubicado en el Salar de Atacama.
Pero comunidades locales se han opuesto a los planes de la mineras de cobre y productoras de litio en el salar debido a la falta de información sobre el impacto de sus extracciones.
“BHP adelanta en 10 años su compromiso de no extraer aguas altoandinas para Escondida, originalmente programado para 2030”, dijo la empresa en un comunicado.
La compañía agregó que la decisión consideró también “conversaciones mantenidas con la comunidad de Peine, respaldada por el Consejo de Pueblos Atacameños”.
En 2018, el Gobierno prohibió otorgar nuevos derechos de agua en el salar debido a la sobreexplotación.
Escondida y Zaldívar, de Antofagasta y Barrick, buscaban extender el uso de agua en la región. Zaldívar sostiene que en su caso no es viable invertir en una desalinizadora.
En el salar además operan los mayores productores mundiales de litio, la local SQM y Albemarle.
Reuters