El Covid-19 está acelerando muchos cambios que ya se asomaban dentro de la minería, donde la tecnología ha sido la gran protagonista.
Inteligencia artificial, bigdata, internet de las cosas, ciencia de datos aplicado a la geología, robotización de procesos, y la automatización emergen como los ejes de estos cambios, los cuales están siendo apuntaladas por las principales empresas del mundo para ser más competitivos y, en el caso del cobre, ser productivos en un contexto donde la ley del mineral es cada vez menor y las licencias para operar más difíciles (las licencias para operar son consideradas las más riesgosas para el negocio minero, según el estudio de EY «10 riesgos y oportunidades de la minería 2021»).
En términos de absorción de conocimientos y cultura empresarial, son tiempos complejos, pues en toda organización la adaptación no pasa de la noche a la mañana. La planificación y estrategia, además de la prospectiva empresarial, emergen como claves en la era de la cuarta revolución industrial, y van de la mano con la transformación digital.
¿Cómo están «abrazando» el cambio otros países con raigambre minera como el nuestro? En Australia, su adaptación tiene una fuerte vocación colaborativa, donde fortalecen vínculos entre empresa y desarrolladores de tecnología, mediante «hackatones», que son encuentros donde se plantea un desafío técnico y equipos se organizan para encontrar la solución. Por ejemplo, en 2020 destacó «Exploresa: The Gawler Challenger», impulsada por el gobierno de Australia del sur, en una convocatoria abierta donde ponían a disposición datos abiertos para trabajar en iniciativas que tuvieran como objetivo la predicción e identificación de zonas susceptibles de explotación minera.
Al revisar los detalles de la convocatoria se puede concluir que no fue un encuentro de carácter simbólico, sino que una gran motivación fue que en esa zona ya se han descubierto nuevas zonas para explotación minera procesando nuevamente datos antiguos, tal como lo hiciera un equipo de la empresa BHP. Es decir, usando la gigantesca data y el poder de cómputo actual se está progresando en el «redescubrimiento» de nuevas vetas con la colaboración de un ejército de desarrolladores de todo el mundo, en especial geólogos, científicos de datos y matemáticos, quienes unen sus disciplinas de origen con los lenguajes de programación.
La tendencia está en la globalización de estos encuentros, de hecho, en la plataforma australiana se difundía la hackaton «Copa de cobre», promovida por OZ Minerals. El objetivo era, al igual que en Gawler, identificar nuevos depósitos de cobre, pero a kilómetros de distancia… en Perú.
En suma, el mundo post Covid potenciará acciones disruptivas en varios sectores que se caracterizaban por ser conservadores, en aras de la sobrevivencia empresarial, lo que sumará a una mayor conciencia ambiental de parte de los grandes inversionistas, la opinión pública y las comunidades.
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