Aunque la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) evalúa las tecnologías de Extracción Directa de Litio (EDL) que presentaron a fines de mayo 19 empresas internacionales, el proyecto de industrialización no tiene avances significativos.
Según analistas, esto ocurre mientras en Argentina se concretó la inversión de 640 millones de dólares para elevar la producción de litio y en Chile se elevan las exportaciones de carbonato de litio e hidróxido de litio.
“Estamos muy demorados en el proyecto, tanto que a ratos da la impresión que ya hemos perdido el tren también en esta línea, porque los otros países están caminando muchísimo más rápido”, afirmó el analista en minería y expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) Alcides Córdova.
El analista considera que la fabricación de baterías de litio, que es el objetivo del proyecto de industrialización en Bolivia, tomará mucho tiempo porque dicho producto requiere otros insumos adicionales al litio, los cuales deben ser fabricados en Bolivia o importados.
Córdova cree que todavía resta mucho camino por recorrer porque la fabricación de los materiales adicionales al litio que forman parte de una batería requiere de la instalación de al menos 40 fábricas, cuyo montaje demanda una importante inversión, formación técnica de recursos humanos, evaluación del impacto ambiental, consumo de energía y agua, entre otros aspectos.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduana (CNDA), Antonio Rocha, mencionó que Bolivia cuenta con mayor reserva mundial de litio, de 21 millones de toneladas, por encima de Argentina (19 millones) y Chile (9 millones); sin embargo, observa que las exportaciones de cloruro de potasio y carbonado de litio en 2020 alcanzaron un valor menor a 2 millones de dólares.
Rocha recordó que el Gobierno de Bolivia rompió un acuerdo con la empresa alemana ACI Systems en noviembre de 2019 y con ello paralizó el avance del proyecto de industrialización que debía encarar dicha empresa.
“Mientras todo eso sucede en Bolivia, en el mes de mayo pasado la minera estadounidense Liven anunció una expansión de sus inversiones por un monto de 640 millones de dólares en su proyecto Fenix de Argentina para elevar su producción de litio en el Salar del Hombre Muerto”, dijo.
Además, mencionó que Chile, con un tercio de las reservas que tiene Bolivia, exportó en 2019 cerca de mil millones de dólares en productos de litio, por lo que se convierte en el segundo exportador mundial después de Australia.
A inicios de junio, el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnez, informó que más de 19 empresas extranjeras se presentaron a la Convocatoria Internacional de Extracción Directa de Litio (EDL). Anunció que la estatal YLB evaluará las propuestas.
Según la autoridad, la empresa que posea dicha tecnología y quede elegida invertirá a costo propio y a fondo perdido en caso de no alcanzar el rendimiento que busca el Estado boliviano.
En opinión del analista en minería Héctor Córdova, este proceso de selección de tecnología puede durar hasta fines de 2021 y la instalación de la misma hasta 2022.
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