El precio del cobre se ha disparado un 90% desde el año pasado para superar su cotización de US$ 10.000 la tonelada por primera vez en una década. El último lunes (10 de mayo), el metal rojo alcanzó los US$ 10.747,50, costo no visto desde agosto del 2011.
Entre el 5 y el 12 del presente mes, el valor del maleable se incrementó en 5,5% a US$ 4,78 la libra, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). El mayor precio registrado se sustentó por la escasez de cobre concentrado; asimismo, los temores por posible huelga de los trabajadores de minas chilenas y la caída de los inventarios en la Bolsa de Metales de Londres se sumaron a esta fiebre que se inició en febrero.
Información de la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem) señala que, entre enero y marzo, la producción nacional de cobre reflejó un aumento interanual de 3,2%, debido, principalmente, al mejor desempeño de Antamina, Cerro verde, Southern Perú y Chinalco.
Se estima que nuestro país, el segundo mayor productor mundial de cobre, alcance una producción de 2,5 millones de toneladas del “metal rojo” en el 2021 gracias al aporte de Mina Justa, según previsiones del Minem.
Para el exministro de Economía Luis Miguel Castilla, el incremento del precio alto compensó las disminuciones en los volúmenes de producción durante el 2020. “Sí hay un impacto muy fuerte, pero tenemos que aumentar los volúmenes de producción. Eso es absolutamente necesario y obviamente para aumentarlos hay que viabilizar una docena de proyectos mineros estancados que representan US$ 17.000 millones, como Tía María”.
El economista Eduardo Recoba atribuyó que esta lentitud en el proceso de activación de proyectos como Quellaveco se debe a temas de licencias de tipo medioambientales, sociales y en función al recurso hídrico.
El especialista de Chueca & Asociados también aseguró que este superciclo del cobre no compensará los niveles de producción nacional perdida en febrero a causa de la cuarentena focalizada, que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática fue de 4,8%.
De acuerdo a la cartera de proyectos 2021, el Minem señala que las inversiones cupríferas ocupan el 30,7% (US$ 155 millones). Asimismo, al 2025 la cartera de proyectos mineros se estima en 46; no obstante, Recoba prevé que solo “11 de ellos se habiliten hasta ese entonces”.
“Será muy difícil recuperar proyecciones al cierre del año, ya que es complicado que nos colguemos de esa buena racha de precios del cobre por la lentitud antes mencionada en los procesos y en la minería metálica y la no metálica”, acotó.
Hace una semana, Goldman Sachs advirtió que el valor del cobre podría crecer hasta en US$ 15.000. Recoba sostiene que esto ocurrirá en el 2023; sin embargo, augura que esto tendrá que caer ante la posible aparición de una inflación en economías como la estadounidense.
“El plan fiscal de Biden, que pretende invertir mucho en infraestructura, pretende recuperar el mantenimiento de carreteras, escuelas, puentes; y eso significa acopiar mucha materia prima, entre ellas el cobre, pero llegará un momento en que tenga que frenarse porque aquí saldrá el tema de la inflación”, sentenció el también analista político.
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