A diferencia de otros metales industriales, el cobre viene mostrando una importante recuperación de su valor que lo acerca a niveles previos a la crisis del Covid -19. Ello debido principalmente a la reducción de los inventarios de este metal y al robusto consumo en China, el principal comprador cuprífero a nivel global.
Se trata de una buena noticia para el sector minero puesto que beneficiará a la economía global en el corto plazo. Más aún luego de soportar un 2019 con precios disminuidos por la guerra comercial entre Estados Unidos y el gigante asiático. Recordemos que el 50% de nuestras exportaciones totales están basadas en cobre.
Aunque es prematuro avizorar con claridad cuál será el comportamiento del mercado, se espera que se pueda ampliar este periodo de mejoría. Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, expresó su deseo por que el gobierno tome la decisión de poner en la agenda nacional la cartera de proyectos mineros, que cuenta con 18 emprendimientos de cobre, valorizados en más de USD 27,000 millones.
Según la consultora internacional Wood Mackenzie el desarrollo de estos proyectos cupríferos generaría unos 50,000 empleos directos, y en la etapa de construcción, esta cifra ascendería a 100,000 puestos de trabajo, con ingresos de USD 45,000 al año. Para ello -apunta- se necesitaría aplicar un ‘fast track’ (procedimiento abreviado), para agilizar la aprobación de trámites como lo viene haciendo Australia.
Se trataría entonces de una decisión vital asegurar la inyección de inversiones que requiere nuestro país para restablecer la situación económica que teníamos antes de la pandemia. Caso contrario el nivel de desempleo y pobreza en nuestro país crecerían aún más.
Luego de 100 días de confinamiento, con una economía operando a menos del 50% de su capacidad, es evidente que se cerrará este 2020 con una dramática caída del PBI en el orden de 12.5%, como estima el Banco Central de Reserva (BCR). Una cifra totalmente alejada de las proyecciones de inicio de año cuando se auguraba un 3.5 a 4% de crecimiento.
Y en este punto es preciso anotar que durante mucho tiempo hemos mirado erróneamente como una dicotomía lo público y lo privado. Y esta pandemia nos ha puesto en evidencia ello. En ese sentido, la gran reflexión es que para poder construir un Perú post pandemia con mayor bienestar y oportunidades para todos debemos unirnos y empezar a cambiar nuestra mirada.