El Perú cuenta con una cartera de inversiones en el sector minero por cerca de 60,000 millones de dólares, que puestas en marcha contribuirán a generar trabajo e impuestos, canon y regalías, entre otros ingresos a la población y los gobiernos central y regionales. La construcción de las bases sociales de un proyecto minero con la organización de la población local a beneficiar brindará un espacio de comunicación directa y contribuirá al éxito de las inversiones en este sector.
Esta fue la principal conclusión del foro Nuevas miradas a la gestión social en minería, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
El presidente de la Confederación de Empresas Comunales del Perú, Jhoel Rivera, destacó la importancia de la gestión social a partir del valor compartido con las comunidades, mediante el impulso al desarrollo de las empresas comunales.
Refirió que hay casos de éxito de este tipo de empresas que ahora tienen diversos activos como grifos y compañías de transporte terrestre. Señaló que el impacto de la gestión social de las empresas mineras tiene mayor impacto en las comunidades con el impulso a las comunales.
Por su parte, el director de Responsabilidad Social y Desarrollo de Buenaventura, Carlos Claux, consideró que las empresas en su gestión social “deben ser congruentes entre lo que comunican y lo que hacen”.
Indicó que siempre hay una brecha entre la realidad y la percepción de la gente.
Para ello, recomendó a las empresas hacer una autocrítica de cómo se comunican son sus stakeholders. “¿Cómo gestiono mi relacionamiento social y estrategia? ¿Qué busco en el fondo? ¿Cómo me comporto? ¿Qué es lo que la gente percibe de nosotros?”, señaló.
Destacó que el diálogo directo con la población genera confianza de largo plazo.
“La estrategia de gestión social debe estar enfocada en el relacionamiento directo con la gente, en la parte humana”, subrayó.
A su turno, Felipe Valencia Dongo, del Grupo Estrategia Consultores, refirió que, en una reciente encuesta en la zona urbana de Cajamarca, se observó un gran respaldo en la población a la actividad minera como fuente de desarrollo, pero hay temor a pronunciarse a favor.
Consideró oportuno que se organice a la población del entorno del proyecto minero a fin de que pueda expresar directamente sus opiniones y dialogar. Diálogo Para la directora de Gestión Social del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Eleonora León y León, es clave la presencia física de los responsables de los proyectos en los diálogos con las comunidades y atender sus necesidades.
El director del IIMP, Carlos Homar Lozano, destacó la evolución de la actividad minera en todos sus frentes y la importancia del enfoque multidisciplinario en la gestión social de las empresas del sector.
En el sur del país, el proyecto minero Corani empezó a realizar las obras tempranas de construcción de su proyecto en línea con las necesidades de la población local, tras más de 10 años de presencia en la zona, logrando las autorizaciones necesarias y el respaldo de las comunidades.
“Lo más importante es que uno se vuelve parte de la comunidad, vive y sueña como un comunero para defender a la comunidad”, señala el gerente general de operaciones peruanas de Beark Creek, Elsiario Antúnez de Mayolo. Señaló que el relacionamiento comunitario es un tema Experiencia proyecto Corani de largo plazo.
“Es como un matrimonio, tiene una etapa de maduración, de conocerse, son dos grupos totalmente diferentes, una empresa minera con una comunidad campesina que no los une nada, ni historia, ni cultura, y nos ha tomado tiempo tener ese relacionamiento, sobre todo el flujo de la información”, comentó.
La empresa desarrolló inversiones de apoyo al mejoramiento a la nutrición infantil, educación, salud, provisión de energía eléctrica, kits de apoyo contra la pandemia del covid-19, entre otras actividades.