La compañía minera Chinalco, parte del conglomerado Aluminum Corporation of China, ha dado un paso significativo hacia el fortalecimiento de su operación en la mina de cobre Toromocho, ubicada en Junín, Perú. Con una inversión adicional de US$357 millones, Chinalco ha presentado un nuevo estudio ante el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace). Este incremento garantizará el óptimo funcionamiento de la mina, gracias a su capacidad de procesamiento que pasará de140,000 a170,000 toneladas diarias. Este movimiento no es solo una muestra de ambición empresarial, sino también un intento decidido de equilibrar la rentabilidad con la responsabilidad ambiental.
La ampliación de Toromocho es un proyecto que ya cuenta con más de US$1,300 millones aprobados, consolidando su importancia en la minería peruana. La empresa planea llevar a cabo22 obras necesarias para asegurar una operación fluida y eficiente. Este enfoque no solo busca maximizar la extracción del valioso mineral de cobre, sino también mejorar la gestión de los recursos hídricos y la disposición de residuos. En un contexto global donde la minería enfrenta crecientes desafíos ambientales, estas iniciativas pueden transformar la manera en que se perciben los proyectos mineros.
Uno de los aspectos destacados de este ambicioso proyecto son las modificaciones que incluyen la ampliación del depósito de estériles, lo que permitirá una mayor capacidad de almacenamiento de residuos mineros. Además, la construcción de una presa secundaria mejorará la gestión del agua, un recurso vital en las operaciones mineras. Con dos nuevos vertederos y una zona de descarga interactiva con pozos existentes, Chinalco busca optimizar el manejo de materiales residuales y el agua, soluciones clave en un entorno donde la sostenibilidad es prioritaria.
Por último, la implementación de48 nuevos componentes y la creación de infraestructuras logísticas, como plataformas de almacenamiento y áreas de maniobra, subrayan el compromiso de Chinalco con el desarrollo responsable. La expansión de Toromocho no solo promete aumentar la producción y la rentabilidad, sino que también se convierte en un modelo de cómo la minería puede evolucionar hacia prácticas más sostenibles y responsables. En un mundo donde la demanda por metales sigue en aumento, el enfoque de Chinalco podría marcar un precedente para la industria.