El Perú compite con otros países en la misma región y en otros continentes a fin de atraer inversiones mineras que generen más puestos de trabajo e ingresos al país mediante impuestos, canon y regalías para el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, hace falta mejorar la competitividad de la nación en varios aspectos, uno de ellos es la infraestructura, comenta el presidente del directorio de Bisa Ingeniería de Proyectos (BISA), Carlos Santa Cruz.
“El potencial del cobre en el Perú es impresionante, el 70% del portafolio minero –alrededor de 42,000 millones de dólares de los 60,000 millones– corresponden a proyectos de cobre. Si nosotros ponemos en valor esos depósitos, prácticamente se duplicará nuestra producción cuprífera”, señala al Diario Oficial El Peruano.
“Entonces, si queremos lograr ese objetivo, lo lógico es que promovamos el desarrollo de infraestructura”, subraya.
Refirió que en un momento de la historia reciente del país, enviar un contenedor de carga a Shanghái en China resultaba más barato que llevarlo a Cajamarca.
Por tal motivo, indica que debe mejorarse la competitividad en la conectividad terrestre entre la Sierra y la Costa, así como ampliar la capacidad de los servicios portuarios porque los volúmenes de exportación minera van a ser muy importantes en el futuro.
“Creo que los ferrocarriles serían mucho más eficientes que cualquier otro medio de transporte”, indica.
Santa Cruz refirió que los portafolios de proyectos de inversión más grandes en el país son los de minería e infraestructura.
“La cartera minera suma 60,000 millones de dólares y se estima que la brecha de infraestructura que tenemos es de 180,000 millones, es decir, tres veces más el tamaño del los proyectos actuales”, detalla.
“Una manera inteligente de desarrollar nuestro portafolio de proyectos mineros y contribuir a cerrar la brecha en infraestructura en el país es buscar la sinergia entre ambos y entramos en un círculo virtuoso”, menciona.
Señala que el resultado será un país más competitivo en infraestructura, que no solo desarrollará al sector minero, sino que contribuirá también a la competitividad de otros sectores productivos y a mejorar la calidad de vida de la población del interior del país.
Sin embargo, el país, para enfrentar la emergencia de la pandemia del nuevo coronavirus tuvo que utilizar su gran capacidad fiscal, lograda en las últimas décadas, situación que deja poco espacio para la inversión pública en los siguientes años, por lo que la participación del sector privado cobra mayor relevancia.
“Sabemos que Obras por Impuestos funciona; eso está bien, pero el desarrollo de la gran infraestructura en el país para cerrar la significativa brecha tiene que darse -definitivamente- por concesiones y asociaciones público-privadas (APP)”, agrega.
Refiere que si bien algunos proyectos en concesiones y APP estuvieron cuestionados por casos de corrupción, esto no debe ser obstáculo para promover los capitales.
“El sistema funciona en la medida en que tengamos los mecanismos de control para erradicar la corrupción”, dice.
Destaca también que las inversiones en infraestructura son de largo plazo con 25 a 30 años, así como las inversiones mineras, que son de períodos extensos, lo cual representa una demanda asegurada para la nueva oferta de servicios de transporte por crearse.
“El desarrollo de la minería amortizaría en parte las inversiones de infraestructura, con el compromiso de las empresas mineras de usar esa infraestructura en su carga de subida y de bajada”, añade.
Santa Cruz comentó que la sostenibilidad social es uno de los temas relevante para el futuro de la minería peruana; por ello, se realizará el Primer Congreso de Competitividad Minera y Sostenibilidad Social del 12 al 16 de octubre, de manera virtual, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Refirió que el IIMP desarrolló un índice de competitividad minera con aspectos fundamentales, como el atractivo geológico, el entorno social, la infraestructura, institucionalidad y regulación, y el marco tributario.
Señaló que el Perú se concentró en el atractivo geológico para atraer inversiones, pero ahora falta desarrollar más otros aspectos.
El ejecutivo indicó asimismo que la minería formal y moderna tiene estándares ambientales más exigentes y mayor tecnología, que se aplica en el Perú y en países desarrollados como Nueva Zelanda, Canadá y Australia, entre otros.