Carlos Anderson, congresista no agrupado de la República, no teme desafiar el status quo al señalar que, a pesar de poseer una minería de clase mundial ansiosa de contribuir, el enfoque desproporcionado en la problemática de la minería informal e ilegal no ha generado resultados favorables. En una diatriba audaz, critica la falta de atención hacia la verdadera joya que es la minería de clase mundial en Perú, mientras se redirigen esfuerzos hacia la informalidad, dejando en segundo plano las condiciones propicias para la minería formal.
La crítica de Anderson no se detiene ahí, ya que también arremete contra el parlamento nacional, alegando que se ha volcado en demasía hacia la minería informal e ilegal, ignorando las necesidades cruciales de la minería de clase mundial. Su análisis incisivo pone de manifiesto la necesidad urgente de redirigir la atención y los recursos hacia el verdadero motor económico del país.
El congresista no esconde su preocupación por la creciente amenaza de las economías criminales que acosan al Perú. Alerta sobre la organización criminal que va más allá de las bandas aisladas y señala el peligro inminente de lo que describe como la «toma de ciudades». Utiliza el trágico incidente en Pataz como ejemplo para ilustrar la magnitud del problema y la necesidad de una acción inmediata.
En el ámbito económico, Anderson lamenta la transformación de Perú de estrella a rezagado en el escenario latinoamericano. Critica ferozmente la gestión del ministro de Economía, Alex Contreras, acusándolo de perpetuar la mala política económica que ha persistido desde el gobierno de Pedro Castillo. En medio de cifras desalentadoras de decrecimiento, Anderson pone en duda la capacidad del gobierno para gestionar la crisis, sugiriendo que gran parte de la situación es resultado de decisiones internas equivocadas.
Carlos Anderson, con su voz contundente, destapa la realidad cruda del panorama económico y minero peruano, exigiendo una reevaluación urgente de las prioridades nacionales y un cambio de rumbo en la dirección del país.