Los habitantes del municipio guatemalteco de Asunción Mita, en la frontera con El Salvador, rechazaron categóricamente en las urnas que una minera canadiense dedicada a la producción de oro y plata opere en la región.
El 87,98% de las 8.503 personas que acudieron a las urnas votaron en contra de la mina a cielo abierto de la firma Bluestone Resources, informó en rueda de prensa el delegado de la comisión electoral, Armando Teo.
El funcionario subrayó que con ese resultado, «la consulta es vinculante para el Concejo Municipal y el alcalde, además de indicativa para el gobierno central de la República de Guatemala», según recoge la agencia de noticias AFP.
La consulta comunitaria fue para que los 20 mil habitantes de la zona decidieran si respaldaban o no la extracción de oro y plata del proyecto minero Cerro Blanco, ubicado en el Departamento de Jutiapa, a nueve kilómetros al oeste de la frontera con El Salvador y a 160 kilómetros de la capital del país.
Tras conocer el resultado, cientos de habitantes se congregaron en el parque central del municipio para celebrar el rechazo. El proceso fue convocado por las autoridades del Gobierno local bajo la supervisión de una decena de organizaciones que fungieron como observadoras, incluidas cuatro salvadoreñas.
AFP
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El alcalde del lugar, René Antonio Guardado, se congratuló por la participación democrática y pidió respetar el resultado, aunque no descartó que la firma minera procure impugnar el resultado de las urnas ante los tribunales.
«El resultado de hoy, la afluencia, el acompañamiento de vecinos no lo puede negar nadie. La población votó con un rotundo ‘no’, es un indicativo que Asunción Mita no quiere empresas mineras en la región», agregó Guardado.
Por su parte, el equipo legal de Elevar Resources -la subsidiaria local Bluestone Resources- adelantó que impugnaría la decisión de los pobladores ante la justicia si el resultado era negativo para la empresa, tras señalar en forma anticipada que la consulta registraba irregularidades.
Bluestone Resources compró en 2017 a la también canadiense Goldcorp el proyecto Cerro Blanco por US$ 18 millones. Sin embargo, el yacimiento nunca inició sus operaciones debido a que la nueva firma modificó el proyecto original, transformándolo en minería a cielo abierto.
Miembros de la Iglesia Católica local y organizaciones ambientales de Guatemala y El Salvador se oponen férreamente al proyecto por considerar que contaminará los bosques del lugar y los cursos de agua compartidos por ambos países, como la laguna de Güija y el río Lempa, la principal fuente hídrica que abastece a la capital salvadoreña.
El río Lempa, que nace en Guatemala, sirve a miles de campesinos guatemaltecos y salvadoreños, pero también como recurso a decenas de pescadores de la laguna, que temen que se agrave la escasez de peces debido a los problemas de contaminación que ya afectan el lago.
La principal alarma radica en que la extracción a cielo abierto requiere cianuro para separar los metales preciosos. No obstante, el supervisor ambiental de la mina, Fredy García, descartó esas preocupaciones y aseguró a la agencia de noticias AFP que la empresa cuenta con plantas de tratamiento para eliminar los residuos tóxicos antes de descargar líquidos a los ríos Ostúa y Lempa.
«Se trata de una mina a cielo abierto, el proceso es remover capas de tierra, entonces, aunque digan de que pueden restaurar nuevamente el ecosistema, allí ya lo alteraron, y mucho», dijo a la AFP dijo Oliver Corado, uno de los pobladores de la zona.
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