La demanda mundial de plata, el segundo mineral más exportado por las empresas del sector que operan en la Argentina, alcanzará en 2022 su máximo nivel histórico y en 2025 será 10% superior a la registrada en 2020, según un informe reciente publicado en Washington por The Silver Institute. Se pronostica que el uso de plata en aplicaciones eléctricas y electrónicas (excluyendo la fotovoltaica) aumentará de 224 millones de onzas en 2020 a 246 millones en 2025, lo que subraya el papel del metal precioso en las tecnologías emergentes, indicó el análisis. Hoy en día -agregó- la plata se encuentra en casi todos los dispositivos electrónicos, ya que con la mayor conductividad eléctrica de todos los metales, la plata juega un papel fundamental en los últimos avances tecnológicos. «La conductividad inherente de la plata es un activo importante en la miniaturización de la electrónica, al permitir que las corrientes eléctricas fluyan incluso en los semiconductores y chips informáticos más pequeños», continuó el informe.
«La conductividad inherente de la plata es un activo importante en la miniaturización de la electrónica…».
La Secretaría de Minería de la Nación destacó a mediados de este mes el aumento de la cotización de la plata, cuando llegó hasta US$ 22,69 la onza, mientras ahora el registro del London Metal Exchanges marca un nivel de US$ 23,91. De este modo el metal se ubica en un precio 18% más elevado que el promedio de enero-octubre de 2020. El Silver Institute destaca el aporte de la plata al brindar un mayor acceso a la información, los mercados globales y la comunicación y, como resultado, impulsar la productividad, reducir el desperdicio y las ineficiencias, fortalecer las cadenas de suministro, permitir una mayor automatización y estimular la actividad económica.
Según el informe, la industria de cadenas de suministro y logística incorporó de modo creciente los dispositivos de identificación por radiofrecuencia, que conectan objetos de forma inalámbrica para rastrear, monitorear y recopilar datos de sus activos por aire, ferrocarril, carretera o barco, por lo que se prevé que este uso de la plata aumente hasta en un 400% hasta 2030. El metal, además, es parte integral de aplicaciones como la expansión de la tecnología de comunicaciones 5G y la unión de bienes que alguna vez fueron «poco inteligentes» para un ecosistema mayor a través del «Internet de las cosas» (IoT), la red de objetos físicos históricamente no comunicativos que ahora pueden transmitir información.
Un ejemplo común, ilustró el Silver Institute, son los termostatos domésticos y la capacidad de controlarlos desde un teléfono inteligente u otro dispositivo. Por otra parte, la compra de plata en aplicaciones eléctricas y electrónicas se beneficiará de la necesidad de la revolución verde global de distribución de energía adicional para conectar energía renovable, almacenamiento de energía fuera de la red y, cada vez más, la instalación de estaciones de carga de vehículos eléctricos. Cada una de estas aplicaciones de conectividad, adelantó el informe, requerirá una gran cantidad y una amplia variedad de sensores, dispositivos de comunicación, seguimiento y monitoreo, muchos de los cuales usarán plata en sus semiconductores, contactos eléctricos y en otros lugares.
Dada la presencia de importantes recursos del metal en la Argentina, las compañías mineras desarrollan planes de expansión productiva y prevén aumentos de las exportaciones, que en los primeros ocho meses del año superaron los US$ 700 millones, mientras en agosto crecieron casi 9% interanual.
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