En una publicación reciente con Rodrigo Wagner (UAI) , estudiamos precisamente este fenómeno para una muestra de empresas mineras en Chile y Perú. En primer lugar, hay un factor tecnológico que caracteriza la industria minera que se conoce como “time-to-build” que tiene implicancias en las estrategias corporativas. En términos simples, este concepto significa que entre que un proyecto de inversión minero se inicia y se genera la producción, pasan varios años. Una primera implicancia de este fenómeno es que no es el precio de cobre spot el que define la viabilidad de un proyecto, sino que es el precio de largo plazo (medido en nuestro estudio, por ejemplo, por precios futuros del cobre). Una segunda implicancia es que las empresas mineras, entendiendo que en el futuro pueden verse limitadas en su acceso al financiamiento, empiezan a acumular caja, a ahorrar este exceso de liquidez generado por el aumento no esperado en el precio spot del cobre, para financiar proyectos de inversión futuros. Justamente la evidencia empírica en nuestro articulo corroboro estos hechos estilizados.
La coyuntura actual nos permite revisitar este fenómeno y hacer un evaluación “fuera de muestra” de los resultados en nuestro estudio. En este contexto, un vicepresidente de Codelco hace unos días comento respecto a este aumento del precio del cobre “…es una buena noticia, pues nos permitirá, mientras se mantengan altos, generar la caja necesaria para continuar asegurando el financiamiento de nuestro plan de inversiones”.
Así, podemos colegir que, dada la incertidumbre respecto a la evolución del precio futuro del cobre, y del impacto que este tiene en la viabilidad de los proyectos de inversión futuros, es mejor ahorrar una parte importante de los excedentes del cobre.
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