Sin explicaciones. Así se encuentra hoy el mundo minero ante la fuerte y rápida alza que está registrando el precio del cobre y que ya lo ubica rozando los US$ 4 la libra, valor que no se veía desde febrero de 2011. “Esto ha sido sorpresivo”, confidencia un alto ejecutivo de la industria. El metal comenzó la semana cotizándose en US$ 3,81 y el jueves su precio llegó a los US$ 3,92, cerrando la semana en US$3,99 la libra. Estos precios ya llevan a que el mineral promedie US$ 3,65 en el inicio de 2021, alejándose de las proyecciones de los expertos. La propia Dirección de Presupuestos (Dipres) tenía contemplado para este año -en su último ajuste- un precio promedio del cobre de US$ 3,35 y Cochilco lo situó en US$3,30 la libra.
En la industria, los altos ejecutivos de las compañías privadas y también de Codelco aún se preguntan si el nivel de cotización del metal que hoy están viendo es sustentable en el tiempo. La respuesta todavía no la tienen clara, por eso están mirando con cautela los sucesos de las próximas semanas. Es que para algunos las ventas físicas en el mercado del cobre no se condicen con el aumento que ha registrado el precio, por eso estiman que puede haber algo de especulación en el incremento. Y por lo mismo llaman a la calma y recalcan que el commoditie no está viviendo un nuevo superciclo, sino que su escalada responde a impulsos fiscales importantes en China y también en Estados Unidos, principalmente, y que el alza coincide, además, con el mayor optimismo por parte de los inversionistas gracias al proceso de vacunación contra el Covid-19 que se está llevando a cabo en el mundo y en Chile.
“Yo soy más escéptico. No se sabe si este valor se sostendrá en el tiempo. La demanda parece firme, pero hay dos elementos que pueden complicar. Uno tiene que ver con que los chinos ya se reabastecieron luego de la pérdida de inventarios que tuvieron. También está la chatarra, que es un componente importante de la oferta. Había desaparecido y ahora puede comenzar a aparecer en la medida que las economías se vayan normalizando. También está el cuán efectiva es la recuperación industrial, y en China sin duda que es efectiva”, señala el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández.
Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de la consultora Plusmining, es más optimista, pero sin exagerar. “Hay que mantener la cautela, pero creo que estamos en presencia de un nuevo ciclo muy bueno para el cobre, motivado en mayor medida por ciertos factores de orden financiero, lo que ha hecho que el metal tenga un crecimiento desmesurado en los últimos días”, indica.
La misma visión tiene un presidente ejecutivo del sector. “Este es un ciclo importante, incluso podría decirse que es un ciclo reanimador, pero tal vez, todavía, con fundamentos relativamente débiles para hablar de un nuevo superciclo. Ahora, si uno mira lo que viene en el mundo del cobre, con la electromovilidad y también el rol antibactericida del metal, y lo diferente que será el mundo luego de la pandemia, el futuro se ve auspiciante”, sostiene.
En Codelco están contentos con el rally registrado en la Bolsa de Metales de Londres, que indican era “impensada” hace unos días. “Es una buena noticia que el precio del cobre haya alcanzado estos niveles completamente impensados hasta hace unos pocos meses, pues nos permitirá, mientras se mantengan altos, generar la caja necesaria para continuar asegurando el financiamiento de nuestro plan de inversiones”, dice la minera.
El nuevo escenario de precios, en todo caso, llega a una realidad distinta a la que el sector vivió entre 2003 y 2012, período calificado como el superciclo del metal. En ese tiempo, “las compañías apostaron por elevar la producción para aprovechar la bonanza y descuidaron los costos de las operaciones, sobre todo el costo laboral. Al término de ese período se ordenaron en términos de costos”, recuerda Guajardo. Codelco, por ejemplo, comenzó a realizar cambios en beneficios históricos de los trabajadores y también ajustó fuertemente su dotación. Si en ese tiempo la estatal contaba con 18 mil trabajadores, hoy la cifra supera levemente los 15 mil empleados.
“Ahora hay que ver si el sector sigue siendo ordenado”, sentencia Guajardo. Y recalca que el mensaje que mandaron los accionistas de las compañías en 2012 fue precisamente ese: realizar cambios profundos para mejorar la estructura de costos, exigencia que incluso condicionó algunos planes de inversión.
Pese a la incertidumbre que embarga a la industria, sí hay certeza que el repunte del metal llega en medio de un escenario complejo, pues para este año hay programadas más de una veintena de negociaciones colectivas.
De hecho, justo cuando el precio ronda los US$ 4 la libra tres importantes empresas se encuentran en conversaciones con sus sindicatos para adelantar, o bien comenzar, los procesos de negociaciones colectivas pactadas para el presente ejercicio. Es el caso de Codelco, Antofagasta Minerals y también de BHP que, según el mercado, prontamente iniciará su proceso colectivo con Escondida, el mayor sindicato minero privado y el que genera mayor expectativa en el sector. En diciembre pasado, el Sindicato Nº 1, que agrupa a más de 2.500 trabajadores, comenzó a conversar con sus miembros para conocer los temas de interés que podrían ser tocados en la negociación de 2021, pactada para agosto próximo. La meta de los trabajadores es que BHP entienda que esto es un “ganar-ganar”, señalan, por lo que las expectativas del sindicato es lograr una buena ganancia al término del proceso. La anterior negociación se cerró en la etapa de mediación con la Dirección del Trabajo, ya que las bases aprobaron iniciar una nueva huelga, siguiendo el modelo del año previo, cuando paralizaron por 44 días, el período más extenso en la historia minera local. En la oportunidad -2018- pactaron un bono por término de conflicto de $ 16 millones, un crédito blando de $ 3 millones y un reajuste salarial de 2,8%.
Por su parte, Codelco hoy está en pleno proceso de negociación colectiva con Radomiro Tomic, donde la minera espera realizar cambios para reducir el costo laboral de la faena que, junto con Chuquicamata y Andina, tiene los costos más elevados de la corporación. En el mundo sindical dicen que el proceso está complejo, pues los trabajadores quieren mantener sus beneficios.
La administración además ya está en acercamientos con los cuatro sindicatos rol B de Andina, para anticipar la negociación que está programada para julio. “La idea es iniciar ese proceso en los próximos días”, revela un dirigente sindical. Y también están en un proceso anticipado con los supervisores de Ministro Hales. Pero la minera irá por más, porque luego de cerrar en Andina espera comenzar los acercamientos con los trabajadores rol B de El Teniente, sindicato que tiene programado su proceso reglado para octubre y que genera altas expectativas en el sector, dado el rol que hoy tiene esa faena en los ingresos de la compañía.
“No se están adelantando los procesos por un efecto del precio. Codelco ha impulsado una lógica de negociación anticipada. Pasó el año 2018 y también se espera para este año. Es un espacio para ponerse de acuerdo de manera más tranquila y menos rígida, y que permite lograr mejores resultados”, explica un conocedor de las tratativas que está llevando adelante la minera.
En cuanto a las expectativas que puede tener el mundo sindical dado el avance del precio, Codelco llama a la responsabilidad. “En el escenario actual hay que actuar con máxima responsabilidad. Dado lo anterior, la coyuntura de un precio alto del cobre se debe aprovechar para contener el crecimiento de la deuda de la compañía y fortalecer la posición financiera que permita asegurar el plan de inversiones”, afirman en Codelco.
Por eso, gracias a este plan adelantado, la minera busca entregar bonos de hasta $ 5 millones y lograr reajuste cero de salarios. Y por lo mismo también es que están atentos a los movimientos de las mineras privadas, ya que son las operaciones que pagan mayores bonos. ¿Dónde están mirando hoy? Hacia Antofagasta Minerals, empresa del grupo Luksic que comenzará en marzo sus dos procesos reglados con los sindicatos de Pelambres. De hecho, fuentes sindicales indican que ya ha habido acercamientos para preparar el escenario. En la administración que lidera Iván Arriagada están claros que estos precios generan mayores expectativas para los trabajadores. Sin embargo, ponen paños fríos, pues pese a las millonarias inversiones que se esperan desarrollar en la faena -la más relevante para el grupo-, este año no será tan positivo para el yacimiento. De acuerdo al plan minero, la producción podría sufrir una pequeña disminución, porque se pasará por zonas donde hay una menor ley del mineral. “Este año será complejo para Pelambres. Habrá que realizar un mayor esfuerzo para cumplir las metas productivas”, asegura un conocedor del plan minero de la compañía.
También será un año complejo para la industria por las exigencias que podrían enfrentar las mineras en medio de la crisis económica que ha generado la pandemia.
En tanto, en el Ejecutivo ya sacan cuentan alegres, pues dado que el precio ha avanzado con más fuerza, se espera un mayor aporte del sector al Fisco durante este ejercicio. La Dirección de Presupuestos ha informado que por cada centavo de dólar que sube el precio promedio del cobre, ingresan a las arcas fiscales US$ 20 millones adicionales. Considerando que la proyección ajustada de la Dipres para este año es de US$ 3,35 y si el promedio en lo que va del año (US$ 3,65) se mantuviera, la inyección de recursos extras para el Fisco rondaría los US$ 600 millones, o US$ 1.500 millones frente a los US$ 2,88 que pronosticó el organismo al elaborar el Presupuesto de la Nación 2021.
Las mejores expectativas fueron celebradas esta semana por el biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, quien indicó que este nivel de precios “permite aumentar la recaudación fiscal y así financiar los programas sociales que van en ayuda de las personas vulnerables”.
En la industria hay consenso en que el rol de minería como proveedor de recursos y también de empleos prevalecerá en las discusiones que se puedan generar durante el año, siendo este 2021 un ejercicio con un componente político muy fuerte dada las elecciones que tendrán lugar y el debate constitucional que se iniciará prontamente. En ese punto, Diego Hernández recalca que con este valor, el Fisco recibirá una “importante” contribución de la industria, por eso indica que “gracias a la minería la economía está mejor y gracias al alto precio del cobre el país va a sortear sus dificultades de forma más rápida. Pero para que eso ocurra, es necesario que el sector mantenga el parque productivo que hoy posee, y para poder renovar este parque productivo se requieren ciertas condiciones de estabilidad jurídica que son las reglas que hicieron posible lo que hoy se tiene”.
En el sector recuerdan que durante la bonanza anterior del precio, la industria sufrió un nuevo cambio al impuesto específico de la minería, conocido como royalty, modificando sus parámetros con el fin de elevar la recaudación en 2010, debido a las exigencias económicas que generó la reconstrucción del país por el terremoto que lo azotó ese año.
Guajardo estima que dado el tono político que tendrá este 2021, el escenario que se está configurando en la industria es desafiante, porque hoy la minería está dejando atrás su bajo perfil dado el repunte del precio. “Esa es una ecuación incierta, cuyo resultado se desconoce. Vamos a ver cómo se resuelve”, señala.
Crédito: Enlace fuente